Ayer teníamos una cita ineludible en el Cafè del Teatre. Mayday presentaba su doblete con acento femenino: La Niña Paracaídas y Guineu. A la primera, siempre se nos había escapado la posibilidad de poderla descubrir en directo. La segunda ya es una conocida, pues la disfrutamos en la primera edición del Magnífic Fest en el escenario del Centre Històric.

Ambos grupos tienen más de un punto de tangencia en la sinuosidad sonora que les define: pop acelerado. Sería quizás más fino añadir el calificativo de punk y completar entonces el estilo con punk pop.
Ambas son jóvenes aunque sobradamente preparadas y ambas se profesan complicidad.
Dicho esto, procedemos a relatar el concierto que arrancó con María Puigvert y compañía: La Niña Paracaías. Nos sorprendió su aplomo en un escenario de mítica columna, lo hicieron durante casi una hora de muy bien escogido setlist. Conjugaron temas propios y versiones para mostrar su montaña rusa emocional y movidas. Arrancó con Se Me Da Fatal y Antes de Ti. Llegó después el homenaje a la banda Ginebras y su versión de Con Altura de Rosalía. Y obviamente estábamos encantados con la sonoridad añeja a grupos como SUM41, Blink 182, Offspring o cualquiera de las bandas de música acelerada de la década del 2000.

Cada Impacto sirvió para dar paso a la versión de Despitaos y su éxito, que era la carátula de juvenil serie con nombre de las dos asignaturas más difíciles de Bachillerato – el extinto BUP para el boomer abajo firmante de la crónica -, Física o Química. Otra versión del Encuentro de Alizzz y Amaia bajo su acelerado prisma. Boomerang servía para cruzar el ecuador del concierto.
Y óbviamente como buenas jóvenes sobradamente preparadas, escuchan a Aitana o Amaia y lo transforman musicalmente, por eso no debería sorprender que ejecutaran Mon Amour o La Canción Que No Quiero Cantarte y de por medio un Simulacro de Incendio.
Y si, en la escena ilerdense, existe alguien que tiene el mismo espectro sonoro que María: Shad Demn quien precisamente colabora en un tema con ella, el fantástico Kamikaze. El concierto finalizó con Mis Movidas y Berlín, obteniendo una excelente nota.

Y tras el cambio de backline, llegaba el turno a Guineu, el proyecto liderado por Aida Giménez, que presentaban su segundo trabajo, Una Sacsejada editado recientemente en el sello Propaganda pel Fet. Ejecutó a la perfección 17 temas, junto a su banda formada por bajo, batería, sintes y una guitarra solista, nada podía salir mal.
Arrancó con No Ha Parat de Ploure el primer tema – igual que en el reciente disco -, para continuar con De Bones también del disco. El medio tempo pop se adueñaba de la pista del café, endulzándose cuál batido de fresa, hasta que arrancaron los primeros acordes de Un Record, puro punk pop de manual y para no quedarse corto tenía que sonar Darrera la Finestra. Y lejos de que aparecieran monstruos, No Sé y la sintética Vull Sortir i No Puc ponían un pelo de freno al frenesí.

El contraste entre los temas más sintéticos – y deliciosos – continuó con Què Vols de Mi i M’estava acostumant volviendo a frenar las pulsiones del concierto, resaltando las guitarras que recordaban a cualquier banda de más británico y añejo sonido de los 80 y 90. Nos encantó, escuchar La Solució – tema con los justos toques del universo de Joan Colomo – y La Millor Part.

Entre agradecimientos – como siempre merecidos a la organización y a la banda telonera- y recuerdos de su anterior y caluroso concierto en Lleida, el concierto llegó a su tramo final, buen momento para degustar Sempre Ulisses, Què em passa? (No sé què faig) y el hit Putu Any. La recta final era acelerada y juvenil enlazando tres temas, el último de los cuales fue No Ho Supero.

En definitivas cuentas, disfrutamos de una doble velada inmejorable para los amantes del pop en femenino, acelerado y salvaje, dulce y salado. Simplemente pop.

crónica @ipopfmradio
photos by Oriol Cárceles – @piratallucifer