La banda bilbaina Vulk acaba de presentar su tercer single que además dará nombre a su nuevo trabajo, Vulk ez da. Este single y los dos anteriores – Lanaren Kanta y Mailua – sirven también para dar también un triple giro a la carrera que empezó con ‘Beat Kamerlanden‘ (Meyo Records / Elsa Records, 2017) y que continuó con ‘Ground For Dogs‘ (Meyo Records / Elsa Records, 2018), pues cambian de discográfica fichando por Montgrí, cambian de batería – a mediados de 2018, varias circunstancias hicieron que Javier Marco cediera por momentos su presencia en la batería a Jangitz Larrañaga – y finalmente de idioma quedándose en el euskaldun para romper y volver a nacer.
El cambio en la banda queda relfejado en el videoclip grabado en plano secuencia, y se puede observar ese cambio en la formación. Javier aparece al principio del video en una versión viva de la portada del anterior álbum (Ground for Dogs), para después pasar por detrás de Jangitz sentado a la batería y desaparecer.
Además la canción sirve para negarse a sí mismos para plantar una tabula rasa desde la que seguir creciendo. Una enmienda a la totalidad que les hace dueños de su destino y los empuja hacia el presente más absoluto. La autodestrucción como paso previo a la regeneración. El desafío que nos proponen en la última frase de la canción y del disco:
Berandu maite duzue edertasuna
Antzinakoa eta berria.
Admiráis tarde la belleza
La antigua y la actual.
Vulk representa el futuro del rock vasco, sin querer esquivar el arraigo a bandas como Dut, Lisabö, Borrokan o bandas de sonoridad más pop como Itoiz o Zarama. Una nueva vanguardia que tampoco escapa de los focos externos.
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