En el incomparable marco de la Plaça de La Sardana, en el recinto de donde la majestuosa Seu Vella vigila Lleida -y posterior al pregón de rigor y un concierto inaugural- se esperaba la actuación de David Carabén, Marc Lloret, Dani Vega, Xavi Caparrós y Alfons Serra, Mishima.
La última vez que los disfrutamos fue en el Café del Teatre en 2019 cuando giraban con el Ara i Res y obviamente dejaron satsifechas y satisfechos a sus fans, pero sin tocar – bajo mi humilde punto de vista – el temazo, Llavors Simplement, como tampoco hicieron en el concierto en la fábrica de San Miguel.

El concierto arrancó con la majestuosidad de quien lleva muchos bolos y discos editados, sin dejar que sea una última ressaca. Introducción en inglés apta para los coolturetas presentes y frontales apagados dejando el escenario totalmente a oscuras, y los primeros compases del evento arrancan con su fórmula: guitarras que conjugan perfectamente el verbo de los 90’s del pop británico que era tangente a The Alarm, The Form o incluso The Times, junto a bajos y teclados – en su expresión más variada – y los coros y voz donde sabemos que están.

Después de la pandemia y lo que ha supuesto para toda la cultura era necesario reivindicarlo con Tot Torna a Començar, y así ponerse al respetable en el bolsillo. De los fragmentos rotos que acababan de romperse en forma de aullidos, se pasó a Jimi saltando 9 años discográficos.
Y no sólo eso sino que la banda repasó la discografía a base de los temas que el respetable deseaba, Cert, Clar i Breu, Una Sola Manera, S’haurà de fer de nit, incluso una preciosista Els Crits demostrando el amor feliz que estaban sintiendo en el escenario.

Conjugaban perfectamente la guitarra acústica y la voz de David, con la variedad de registros de la cinco cuerdas y el piano a vueltas frenético y contundente junto a unos rítmicos bajo y batería. Y tras la sucesión de hits continuaron mintiendo a la primavera, bebiendo con el tema Qui n’ha begut i la posterior última (o no) resaca de quien más ama.

Se entraba ya en la fase final del concierto y tras la paradinha de rigor, l’element del paisatge, un tros de fang y el camí més llarg sirvieron para cerrar un concierto que dejó -tal y como he dicho al principio – satisfechas y satisfechos a los fans, pero no a un servidor quien concierto tras concierto de Mishima continua añorando y deseando disfrutar de Llavors Simplement 😉

Fotos by @Oriol Cárceles
Crónica by @ipopfmradio