Como ya indica el título, Crim arrasó el sábado 16 de febrero en la Boite de Lleida. Desde 2017 que no tocaban en Lleida ciudad y se notaban las ganas de la gente de Lleida y alrededores ir a verlos. Además, la banda tarraconense no era lo único bueno de la noche. Paüra estaban como teloneros para completar una gran noche de punk rock muy esperada en todo Ponent.

Paüra ya dejó muy claro sobre los escenarios por dónde iban a ir los tiros de todo el concierto. La gente ya empezaba a llegar, aunque no habían entrado todos los asistentes, pero algunos de ellos ya estaban muy animados. El grupo punk de Barcelona cuenta con un álbum y un Split con Ànroca. Temas como Soterrem Barcelona son una buena muestra de cómo se lo hace la banda: todo un derroche de espíritu i rebeldía. Sin duda son algo innovador.

Poco después ya teníamos a Crim sobre el escenario. La sala estaba llena, a reventar, un sold out en toda regla. Los tarraconenses venían a presentar su nuevo material: el álbum Pare nostre que esteu a l’infern, que apareció en noviembre del año pasado y que sigue en la línea –inmejorable- de los anteriores trabajos: temas muy coreables que en directo lo suenan aún con más fuerzas. Abrieron con uno de sus temas nuevos: Pot ser no hi ha final, para continuar con un seguido de temas del nuevo álbum, como Hivern etern o Caiguda lliure. Toda una demostración de fuerza y potencia al principio.

No podían faltar temas más clásicos como Cavalls Morts, Una cançó i una promesa, a la que siguió Vaixells de Paper, o Benvolgut Enemic, otro de los grandes temas de la banda, que todo el mundo conoce y canta. Otro tema reciente, Sense excuses, esta vez de su EP, que también apareció el año pasado, también encendió los ánimos del público. Está claro que aún tiene en mente el 1 de octubre, al que alude el álbum. Ya no había marcha atrás y con Blau Sang, Vermell Cel el público ya estaba desbocado. En las primeras filas se caldeó la temperatura con un pogo increíble, que duró todo el concierto, como prueba del entusiasmo y las pasiones que levanta Crim allá donde va. Cuando suena Castells de Sorra uno no puede dejar de cantar a viva voz, “Per què collons m’he de fer gran?”, a la vez porque es un himno consolidado de la banda y del punk actual y porque indica que el concierto ya está acabando. Finalmente cerraron con I ara et sents trist, que también es del primer álbum. Toda una patada en la boca a aquellos que reprochan a otros que ellos ya llevaban más tiempo en la escena o son más puros, sintiéndose por encima del resto por su mayor experiencia… Está claro que esa gente ha chocado con bandas como Crim.

Crónica by @EnLaTrincheraFM / Photos by @LaBoite