Quizás todo el mundo bailara como si no hubiera mañana el hitazo Cannonball del álbum Last Splash, pero antes la banda grabó un álbum que no pasa inadvertido para los fanáticos del sonido más alternativo de la década de los noventa. Se trata de Pod y contiene Fortunately Gone.

La formación toma en 1988 el nombre que utilizaban las hermanas Kim y Kelly Deal para tocar esporádicamente en el Dayton de Ohio a principios de los ochenta.

Kim junto a Tanya Donnelly (entonces de las Throwing Muses, y más tarde con Belly), Josephine Wiggs y la violinista Carrie Bradley empieza la andadura del proyecto y mientras grababa una canción con Pixies en Chicago, Kim conoció al baterista Britt Walford, que después formaría parte de los legendarios Slint, quien accedió a tocar en el proyecto.

La banda se reune para grabar en Edimburgo con Steve Albini para grabar Pod. Contiene 12 cortes demostración de fuerza, músculo, sonoridad distinta y con el sello característico de la banda. Doe, o Hellbound son magistrales clases de rock alternativo en mayúsculas, aunque el tema escogido servía como himno en zonas cercanas a la sala de conciertos más renombrada de Poble Nou. Fortunately Gone es rápido, fugaz y contundente por la letra y el medio tiempo.

Editado por 4AD con la referencia CAD0006.
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