El primer trabajo les puso en la órbita de los grupos sólidos del panorama nacional – aquellos que tienen canciones celebradas y coreadas como himnos – pero lejos de reblandecerse y establecerse en una posición cómoda León Benavente vuelve a mezclar krautrock, post punk, con toques de spoken word. Esta definición simple sirve para definir los pilares de su nuevo León Benavente 2.
Pero el contenido y el continente son complementarios – forman un conjunto – y esto sucede en el disco. Reflexiones sobre el estado de las cosas que nos rodean, con huidas a sitios inexistentes protagonizadas por los personajes de «Ser Brigada» quedan reflejadas en «California» – tema que abre el disco – y que después con «Tipo D» con un solo acorde guía hacia los ecos explícitos de las bases synth pop y secuencias de guitarras a modo de pop ruidista y electrónica minimalista y abstracta.
«Gloria» es una crítica a lo que nos rodea y seguramente es la canción más dura del álbum pero que le da sentido y encara hacia la mitad del álbum donde un pequeño caramelo dulce y espacial son las «Nuevas Tierras» que exploran tempos más lentos de robustez que nos recuerdan que quizás llevamos toda la vida errando y que pese a todos estos errores, siempre tenemos que ir hacia adelante por que lo positivo es el motor que nos mueve a todos.
Es un disco muy recomendado para amantes de la belleza de un solo acorde, de la perfecta combinación entre la crítica agria y la energía positiva, para los amantes de texturas de sintetizador y guitarras.
Una demostración que hay vida más allá de «Ser Brigada» y «Ánimo Valiente» y que plasma una evolución elegante, trabajada y que les reafirma en un estilo propio.
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