El viernes 14 de abril el Cafè del Teatre hizo sold out. No se trataba de una visita de un grupo de Barcelona, ni de Madrid, ni del extranjero, sino de La Élite, un dúo formado en Tàrrega hará unos ocho años y que hoy por hoy están recorriendo escenarios de todo el Estado consiguiendo llenar salas por allí donde pasan, con su nuevo álbum a cuestas, Nuevo Punk, publicado por Montgrí Records en diciembre del año pasado. Y Lleida no ha sido una excepción, en ese sentido. Ya desde el inicio consiguieron encender al público con temas como Mata a tu jefe, que conecta con el espíritu punk del grupo, combinado, eso sí, con electrónica y elementos de pop. Poco después sonó Me miran mal, una de las grandes canciones del álbum, que sirve como autodefinición y declaración de intenciones. Continuaron con Sixpack, tema de sonido contundente, que recuerda a ritmos hardcore, y con actitud macarra, que en general impregna todo lo que hacen Nil y Xupi como dúo.




Mientras, desde el público se vivía una agitación total. Desde el primer momento había gente pegada al escenario y en las primeras filas había un gran movimiento. Xupi, con sus inconfundibles gafas de sol, estaba totalmente entregado y agradeció especialmente a Rudes su presencia en el concierto. Siguió con A 180 con mi monopatín y Pintando en un CD, que aporta, ésta última, las características más pop, pero sin rebajar la crudeza del sonido. Poco después ya anunciaron que llegaba el turno de Contento de ser feo, una declaración de intenciones y uno de los temas más populares del grupo. “Estoy contento de ser feo y no llamar tu atención, porque gracias a esto escribo esta canción” es un estribillo que consigue animar al público.
No obstante, La Élite aún no había soltado todo lo que tenía guardado en la recámara: Neo Hippie fue una de las canciones con las que empezaron a despuntar hará cinco años, seguida también de otro tema de su primera etapa: Niño rata. Tras ésta volvieron a su nuevo álbum con Bailando. Entre el público había tímidos pogos, cosa que rara vez se ve en la sala, lo que es una muestra del disfrute de los asistentes. El desfase fue a mayores con la versión que el dúo se marcó de Autosuficiencia de Parálisis Permanente (por cierto, en lo que va de mes ya ha habido dos grupos que han tocado en el Cafè del Teatre temas del mítico grupo madrileño. Eduardo Benavente y los suyos siguen teniendo tirada en los directos, lo cual es una buena señal).





Poco después tocaron Trainspotting, una canción garajera incluida en Nuevo Punk. Cuando sonó Para quemar, que demuestra que La Élite saben hacer temas coreables y pegadizos, alejándose de su otra faceta rabiosa y antisocial, el concierto iba tocando a su fin. Los de Tàrrega consiguieron generar un gran ambiente en el Cafè del Teatre, marcándose un concierto en mayúsculas.
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