Desde hacía meses que una parte importante de los seguidores lleidatans de la música independiente tenían un día marcado en el calendario: 1 de abril, concierto organizado por Mayday! Indie de Medalla y Fox System en el Cafè del Teatre. Si la memoria no nos falla aún era 2022 cuando se anunció la celebración del concierto. Con una fecha a la vista con tanta antelación es normal, pues, que las ganas fueran altas llegado el momento, pues llevábamos con el concierto de en mente desde hacía mucho tiempo.
Fox System abrió la noche con varios temas de Dualitat, aparecido hará dos años: Fulls en blanc, Detonador y Vidres a la sang fueron algunas de las canciones que escuchamos al principio. Teníamos ganas de volver a ver en directo a Fox System, ya que la última vez que tocaron en diciembre, en el esperado regreso de The Antipatiks no pudimos estar, así que fue de gran alegría oír de nuevo temas como Vacances a la presó y Doctor Torment, de su primer EP. Siguieron, para delicia de los puristas presentes, con una versión de Transmission de Joy Division, tras el cual fueron con dos nuevos temas. A todo ello hay que sumar la capacidad que tiene Genís Casanovas, bajista y cantante, de entretener al público entre tema y tema. El meu panís es una reivindicación de la pagesia. No obstante, el grupo no se olvidó tampoco de los temporeros y del mensaje antirracista. Se ha de destacar también el papel de Ricard Zapater a la guitarra y Albert Casanovas al bajo.







Siguieron con Morts a la ciutat, uno de los temas insignia del grupo que ya estaba en su primera maqueta, gracias a la cual los conocimos, y con una versión de Historia Triste de Eskorbuto que encendió al público. Con Asfixia temporal y Company de pis, canciones más populares de su álbum Dualitat, parecía que iban a cerrar el concierto, pero no, aún tocaron Un día en Texas, clásico de Parálisis Permanente, que hace estallar cualquier sala, y Banda papelera, del primer EP, tema con el que los tres de Rosselló se autodefinen. Tal vez sea, como el grupo se describe, el punk rock que ningú va demanar, pero sin duda gustan y atraen a mucha gente.
A continuación, le tocaba el turno a Medalla… ¡y qué nervios! Empezaron con su faceta más guitarrera con Murciélagos y su intro rockera. Siguieron en esa línea con Premio Cervantes, de su álbum homónimo, y luego Lázaro, uno de los temas más potentes de Arista Rota, su último –y maravilloso- LP, demostrando que que ya desde el comienzo quemaban sus naves e iban con todo lo que tenían. Los barceloneses siguieron repasando el álbum con Gracias a Dios, muy adecuado para estas fechas, y otra de las canciones más memorables del último trabajo, y Nuevos valores, totalmente hipnótico.







Si en el principio del concierto Medalla nos había mostrado su lado salvaje, ahora tocaba su contrapunto de temas más misteriosos y pausados, como Doce Espadas, seguido de Esperpento. Con Presagio volvieron a sonidos más guitarreros, cercanos al heavy metal. Si habían dado una de cal, ahora tocaba arena al hacer sonar Rey Emérito. Y es que Medalla es justamente eso: un grupo de rock alternativo que no tiembla al mezclar en sus álbumes duros riffs de guitarras con pop refinado independiente, todo ello bien trabajado y cuidando los detalles: en Rey Emérito mismo incorporan una trompeta a la canción y en directo no falló la presencia de ese instrumento. Los barceloneses saben trasladar a la perfección esa dualidad en sus directos.El tajo, tema que empieza lentamente para acelerar el ritmo después, abre su álbum homónimo, fue seguida de Devoto cardenal, impregnada de aires de postpunk. Con Máquina de Plata y Navaja certera volvieron a su primer trabajo, revolucionando los decibelios para la recta final del concierto, que culminó con dos de las mejores canciones de Arista Rota: Velázquez, toda una descarga energética, y la melancólica Leviatán. Solo podemos concluir diciendo que esperamos ya la próxima vez para verlos en directo.
Crónica by @acratacappont – @fuegobaile
Fotos by Carlos Heredia