No ens mouran de la barra de aquest bar… Eso decían en uno de sus temas más populares los barceloneses Suburban Rebels, que a finales de los noventa facturaron un buen puñado de himnos de Oi! y streetpunk. Ayer 18 de noviembre tocaban en La Boite junto con Exili, grupo local más representativo de este estilo, asociado al mundo skinhead, el fútbol, el alcohol y la vida en las calles. Ya antes del concierto se podía respirar el ambiente: los bares de alrededor se hallaban abarrotados de cabezas rapadas y alguna que otra cresta, todos con el mismo objetivo: privar y pasarlo bien con la música Oi!
Poco después de pasadas las diez comenzaba Exili, que estrenaba un nuevo bajista, ya que Eloi no podía estar esa noche. El público rondaba alrededor de las 150 personas, pero la entrega fue total. Una de los primeros temas en sonar fue Contra el món modern, que forma parte del LP La nostra força, en el que colaboran junto con otras tres bandas: Dying Breed, Fightback y Reconquesta. Sin duda está llamado a ser uno de los temas más conocidos y coreados del grupo, junto con Vella Glòria, del EP que comparten con Hammer and The Nails.








Ya desde el inicio las primeras filas estaban en ebullición y es que, jugando en casa, Exili cuenta con una buena legión de seguidores, especialmente entre Rudes Lleida y allegados varios. No obstante, la cosa aún podía ir a más, y así fue: a partir Actitud Errònia, el concierto se transformó en un pogo continuo, ya que el grupo repasó todas sus grandes canciones: Records, que estaba entre el repertorio Codi de Silenci, anterior grupo de Pep, cantante y guitarra de Exili, y que dedicaron a Ferran de Boi, seguidor de la banda y amigo de la formación que no estaba presente ese día. También sonaron Almogàvers y Via fora, que causaron una gran excitación entre el público. Con Lleida, tema dedicado a su ciudad, se marca normalmente el fin de sus conciertos a la vez que sirve como catarsis colectiva del público, para poco después cerrar definitivamente con un par de versiones: en esta ocasión las canciones seleccionadas fueron The Drug Is Football de Vanilla Muffins y Ya no sos igual de Dos Minutos, último episodio de locura colectiva y de demostración de fidelidad del público lleidatà a su banda de referencia.










Suburban Rebels, por su parte, empezaron con Vells, però encara forts, tema que da nombre a su nuevo álbum y que es toda una declaración de intenciones. El público había descendido un poco respecto al grupo anterior, pero había quien ya coreaba las canciones, aunque fueran nuevas y, por ello, más desconocidas. No obstante, esa situación pronto se revertiría, ya que corear los temas de los Suburban Rebels es irresistible por la gran cantidad de himnos que tienen en su repertorio. Siguieron con Nacidos para Provocar y Los Grandes Cockney Rejects, con las que empezaron a repasar sus temas más clásicos. Con Vacaciones en Hannover la agitación del público fue en aumento, cosa que ya no paró durante lo que quedaba de concierto, yendo a más hasta llegar al final.
Tras La Revolta, tema antiguo de su primer repertorio, pero que ha pasado a formar parte del nuevo álbum, continuaron con Soldados del Asfalto y Oi! Es Divertirse y Privar. Esta última canción, junto con Futbol i Alcohol, que sonó después, marcaron el punto de no retorno en el concierto: llegar a primerísima fila delante del escenario era casi imposible, con una efervescencia y turbación que se esperan de un concierto de Oi!, y no era para menos.
Siguieron con Orullo, de su nuevo tema, y Es Ella, muy querida canción dedicada a la cerveza, bebida por excelencia de los skinheads. Tras The Last Cockney Kid, Kabra, el guitarrista tomó las voces para cantar Hoy como Ayer. Irra, el cantante, por su parte, acercaba su micrófono al público para que pudiese corear sus canciones. El siguiente tema en tocar lo dedicaron a los jóvenes que participaron en la llamada batalla de Urquinaona en 2019. El público añadió, gritando proclamas, el caso de los 11 de la Subdelegación de Lleida, ya que esa misma tarde se había celebrado una manifestación para reclamar su absolución. Así, el lema “Absolució, subdelegació” estuvo presente en lo que quedaba de concierto.
Con Barcelona Oi!, otro de sus himnos imprescindibles, hicieron un amago de ir cerrando, pero todos sabían que aún quedaba el plato fuerte, con una última ronda de grandes temas suyos, como Clase Obrera o Streetpunk, que fue una verdadera locura, con un público al borde del desquiciamiento, rematado, además por otros de sus dos grandes himnos que sirvieron como cierre: Gootic Bootboys (“No ens mouran de la barra d’aquest bar”, como lema imprescindible) y Sexo, Cerveza y Tortilla de Patatas, temas muy coreables que nos dejan ver de qué va la música de Suburban Rebels: los amigos, la música, el bar, la cerveza y pasarlo bien. No es de extrañar, pues, que encontrasen un público tan entregado y siempre receptivo a no moverse de la barra del bar.
crónica by @acratacappont – @FuegoBaile
photos by Oriol Cárceles – @piratallucifer