Viernes teníamos una cita ineludible en el Cafè del Teatre, actuaban Els Llums de Colors, una banda ilerdense con influencias pop en mayúsculas, gracias a la beca KM.O que otorgaba la convocatoria del programa de Apoyo a la Creación de la Casa de la Música de Lleida.
Podría ser – el hecho que les conocemos desde casi su nacimiento como banda – un factor que influyera en nuestra objetividad, pero lejos de esto debemos relatar el cambio sustancial que la banda ha sufrido, a bien por supuesto.
La formación inicial del proyecto personal de Xavier León era un cuarteto que contenía dos figuras caudales de la música pop ilergeta: Clara Viñals – al bajo – y Hugo Alarcón – a los teclados – de Renaldo y Clara, quienes actualmente ya no forman parte. Actualmente, continúan con el formato cuarteto formado por batería voz y programaciones a cargo de Xavier León, al bajo Ladislao Barón, Guillem Felis a la guitarra y Marta Solà a los sintetizadores que les permiten seguir aunando en el pop británico que ya mostraron en su primer EP – producido por Víctor Ayuso – que se titulaba #1.

Y eso es lo que disfrutamos en el Cafè, pop británico, deudor de los mancunianos Smiths o los weegies Belle and Sebastian, y no sólo porque lo ponga en su biografía sino porque rezuma a electrónica y a bajos llenos de fish and chips, y ritmos cadentes y gruesos.
Se atrevieron con Superganga una versión de Glisando – banda con quien se podrían emparejar – y también con Màquina del Temps de Joan Colomo.
No se olvidaron de Condensació o de Cor de Fil preciosistas temas que no han transmutado ni un ápice cuál metal precioso quedaron grabados en el primer y único trabajo editado.




Presentaron temas que seguro estarán en el nuevo y esperado trabajo. Perplexitat o Itineraris se escapan del íntimo universo que nos tenían acostumbrados y es intrínsecamente bueno, pues el paso adelante, valiente, queda reflejado. Indiferencia y Descens e incluso Distàncies bailaban con sintéticos cellos, arpeggios, líneas de bajo seductoras.
Complexitat, Sospites y Absència completaban el setlist y también el concierto que se hizo breve y lo bueno, si breve, dos veces bueno.
Un auténtico ejercicio de funambulismo musical que sirvió para presentar en sociedad un futuro trabajo de un grupo que es un pequeño tesoro, un oasis del desértico oeste musical que es Lleida.
crónica by @ipopfmradio
photos by @piratallucifer Oriol Cárceles Capdevila