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Joana Serrat, un viaje musical de 1.189 km

El titular puede confundir al lector, pues no tiene aparente relación con la actuación de Joana Serrat en el Espai Acústic del Orfeó Lleidatà, en el marco del ciclo de conciertos Curtcircuit. Joana presentaba su nuevo trabajo «Hardcore from the Heart» (Segell del Primavera, 2021) y este sería el quinto trabajo de quien ha trabajado con productores de renombre como Howard Bilerman (Arcade Fire), Ted Young (Kurt Vile, Sonic Youth), o el americano Israel Nash.

Joana Serrat, quien se ha servido del libro del mismo título escrito por Annie Sprinkles, para extraer su propia inspiración y llevar a cabo un viaje introspectivo que, a través de sus propias letras y música, le confronta frente a un reflejo de sí misma, una imagen conformada de claroscuros. Y esto es lo que ofreció sola y acompañada en el escenario del Espai Acústic.

Hemos citado en el titular unos aproximados 1.200 km sin dar explicación alguna, jugando a despistar. La música de Joana – según los expertos – estaría clasificada con la etiqueta folk y humildemente el abajo firmante de esta crónica la situaría en un viaje musical que recorre una parte de America. Más concretamente sería un viaje entre Nashville a Omaha – la ciudad más poblada del estado de Nebraska -, y que el lector sea quien escoja el orígen y el final, pues es indistinto, són 1.189 km o 739 millas.

Arrancó el concierto con Lonely Heart Reverb editado en 2016, en el álbum Cross The Verge y la solidez de la banda arropaba la aparentemente frágil voz de Joana, guiándola por paisajes con árboles altos, carreteras estrechas, aquellos paisajes que Twin Peaks desvelaron íntimos iguales que el paisaje sonoro de Joana. Continuó con Western Cold Wind otra canción que no es del último trabajo, pues es del álbum Dripping Springs editado en 2017, así como Shadows Of Time y Walk In Sin.

No solo de esta aparente dosis de americana se basa el concierto, pues Joana – y la banda – le añaden matices cercanos al dream pop, con las reverberaciones que podrían hacer las delícias de los amantes de Sarah Records, y hace que la propuesta de Joana sea diferente a las clásicas etiquetas. These Roads y Tug of War reafirman lo anterior humildemente escrito. Los matices de las dos guitarras – una fender jaguar con una grestch, perfecta mezcla – se entrelazan perfectamente con el hammond o el teclado más cercano a los años 80, se empaqueta y con métrico bajo y batería queda pendiente de la voz y calidez de Joana quien resolutivamente finaliza y encandila.
Joan Serrat se exorcizó con Demons y Hotel Rom 609, y préviamente sedujo con How To Make You Love Me o You Are With Me Everywhere I Go.

No sólo se defiende en banda, pues a modo de improvisado bis, ejecutó tres canciones con acústica en mano, pedal Harmonix Canyon. Antes de finalizar otra vez con banda ejecutaban Easy y Take Me Back y dejar al público satisfecho y extasiado a partes iguales.

Un concierto que fue un auténtico y delicioso viaje sensorial y musical, con capas ensoñadoras que hace que sigamos enganchados a la propuesta de Joana Serrat.

crónica by @poplaroid // @pedalsl
photos by @piratallucifer // Oriol Cárceles.

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