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Joan Miquel Oliver. Una noche en el Cotton de Lleida.

Joan Miquel Oliver llegaba al Cotton Club de Lleida después de seis años de su última visita a la ciudad. Lo hacía presentando el Neoprenos Tour para celebrar el decimoquinto aniversario de su primer álbum en solitario Surfistes en càmera lenta, del que hizo un breve repaso junto con sus otros trabajos discográficos para el disfrute y goce del personal presente.

Arrancó lejos de los surfistas, pues el show empezó con Hipotèrmia, Elektra y Sa Música del álbum de 2018 Elektra, para después ir bajando en el timeline discográfico y centrarse en el álbum de 2015 Pegasus. Así pues de este último se encadenaron Marès a Radial, Ecos d’ambulàncies y Fèmurs junto con Món vegetal y Flors de Cactus.

Joan Miquel estaba muy cómodo en el escenario, y eso se notaba. La comunión del trío se hacía más que evidente: solos de guitarra que se juntaban con capas sintéticas de las que se encargaba el teclista Jaume Manresa y los ritmos metronómicos de Xarli Oliver.

Y continuó el descenso en apnea para llegar a un Final Feliç que abría el repaso a Bombón Mallorquín editado en 2009, y que decidió repasar junto a Marcianet y una posterior Hansel i Gretel que denotaba que la lógica que iba dibujando en el tracklist iba llegando al final.

Agricultors ingràvids se entrelazó con Somiers y Ryanair, ambas de Bombón Mallorquín junto a Jo diria «cine» y se resistía aún el álbum onomástico, pero el respetable ya estaba entregado.
Dins un avió de paper cerraba el repaso a Bombón y dio paso al esperado Surfistes en càmera lenta, que se unió a La mujer que mordió un piano, que confirmaban que había llegado el momento del merecido repaso al álbum que supuso el inicio de la carrera en solitario de quien es alma mater del grupo que regresa este año en breve gira, Antònia Font.
M’encanta París, sirvió para hacer un quiebro de cadera, pues volvió a repasar otro álbum, Atlantis de 2017 con los temas Rumba del temps y Atlantis.

Y antes de los esperados bises, sonaron Honey y Per a totes ses mamàs. Breve pausa, lo que sería un «sube-baja» de manual, y se cerró el concierto con Polo de menta, Foto y Lego.

Un concierto redondo que se alejó de la previsión inicial de celebración onomástica y se centró en repasar a fondo trabajos cercanos (o no) al iniciático Surfistes en càmera lenta.

Crónica by @ipopfmradio
Photos by Oriol Cárceles @piratallucifer

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