El sábado 14 de octubre tenía fecha un evento que todos esperábamos desde hacía tiempo: el concierto de Señor No, que tuvo que ser cancelado en octubre a raíz de la semana de protestas y disturbios en Catalunya y la Huelga General del viernes. Tras posponerla unos meses el 14 de febrero era la fecha anunciada para este concierto, muy esperado –como hemos dicho- pues hacía cinco años más o menos que Señor No no pasaba por Ponent (si no nos equivocamos fue en verano de 2015 en el Pub Ragtime de les Borges). Además, los Walking Dicks, una de nuestras bandas de rocknroll local favoritas abrían el concierto. ¡Qué más se le quería pedir a la noche! 

Walking Dicks caldearon el ambiente desde el primer minuto. Sin duda se trata de un gran grupo que tiene un sonido contundente, a caballo entre el rocknroll y el punkrock, y un reconocimiento en Ponent más que merecido. Desgraciadamente, no estamos familiarizados aún con las canciones del último EP, pero aun así pudimos apreciar dentro del repertorio de temas que interpretaron Fuego, Cicatrices y Saiton Ville, un genial tema que nos encanta, así como Mil maneras de morir, en referencia, mucho más tranquila. En directo, su vocalista hizo referencia, antes de tocarla, a aquellas noches de fiesta y borrachera. Para ir acabando, sonaron Déjame decirte adiós y un típico de sus directos: una versión castellanizada del Stay with me de The Dictators, un colofón para el final del concierto que siempre consigue agitar al público.

Señor No, grupo que se originó en los noventa tras la disolución de La Perrera, llevó la noche al punto más álgido. Como ya se ha dicho, hacía cinco años que no pasaban por Ponent y las ganas de verlos se notaban. Fiestón, tema adecuadísimo para la actuación que se nos venía encima, abrió el concierto. Empezaban fuerte. Poco después, Masacrante subía aún más las revoluciones, guitarreo descontrolado y voces salvajes. Pasaron varios temas en esa línea, hasta que llegó A veces no, del álbum No cambies siempre, de 2015, con un inicio más pausado y una letra cruda, acompañado de punteos de guitarra geniales y bien trabados. El siguiente tema, Llámame, iba en la misma línea: menos aguerrido, pero no por ello menos duro y punkrocker. A continuación, sonó su último single, aparecido hará dos años, que demuestra que Señor No aún sigue dando caña. La ruta interior volvía a acelerar el concierto, en la recta final. Diablo cerró definitivamente un cocnierto irrepetible, con punkrock y rocknroll crudo y salvaje. Si conocéis a Señor No y lo habéis visto en directo ya sabéis a lo que nos referimos, si no lo habéis escuchado aún, ya tardáis en hacerlo y dejaros caer por alguno de sus desenfrenados directos.

Crónica & photos by @enlatrinchera