29 de diciembre, último sábado de un 2019 que nos ha traído mucha y muy buena música en directo. La cantidad y la calidad. Por ello se merecía ser cerrado con algo especial. Así, siempre viene bien un concierto agitado para despedir el año y pasar el frío de la mejor forma posible: a ritmo de rocknroll. El Cafè del Teatre, premiado recientemente por su programación de música en directo, es una sala adecuada y cómoda como para albergar ese tipo de conciertos. Ya lo hizo a inicios de diciembre del año pasado con Dani Nel·lo y los saxofonostas salvajes, que este año volvían a repetir para fechas similares y para volver a conquistar al público de la ciutat de la boira.

Este proyecto musical nació tomando el saxo tenor como piedra angular del rythm and blues y el rocknroll más primigenio. Así, Bani Nelo se encarga de este instrumento y Pere miró del saxo barítono. A las guitarras están Dani Baraldés y Héctor Martín. Anton Jarl se encarga de las baquetas y Albert Sabater completa las percusiones. Finalmente, Matías Míngues está al bajo, cerrando este fantástico grupo que, como se ha dicho, mezcla el rocknroll con el rythm and blues, con unos resultados muy bien logrados y una diversidad de temas, que van desde ritmos salvajes a melodías virtuosas pasando por sonidos exóticos. Hasta la fecha este combo de rocknroll ha publicado ya dos volúmenes y ha llevado su música por diferentes salas, cosechando éxitos.

Poco antes del concierto la sala estaba repleta de gente, una buena muestra de que estos artistas son capaces de movilizar a un buen número de seguidores en Lleida. Empezaron con Flying Home Mambo, una versión de Arnett Cobb, para continuar son Sassy, una original suya, para continua rcon el alocado Shake Dance. El nombre lo dice todo. Poco después sonaría Wine-O, una versión de Jack McVea and his allstars, a la que Dani Nel·lo y los suyos añaden más velocidad, a la que al poco tiempo le seguiría Sands of Sahara, un tema exótico y de los más sugerentes de esta agrupación, a nuestro gusto. Esta pieza contrastaba con la siguiente en sonar, un Twister que desde el primer momento es animado y rápido. A eso le siguió Teen Scene, un R&B instrumental, original de Noble Watts. Hay que señalar que las explicaciones que hace Dani Nel·lo en los directos sobre los temas añaden orientaciones para los neófitos –y no tan neófitos- además de ser divertidas.

El concierto continuó con un par de canciones originales de la agrupación. La siguiente sorpresa fue la interpretación de Comeback to Sorrento, una composición del napolitano Ernesto di Curtis, y que ha sido versionada por crooners, cantantes de ópera y estrellas del rocknroll. Los saxofonistas salvajes no podían ser menos y se han atrevido con ella con excelentes resultados. Continuaron con otra versión, en esta ocasión de Sil Austin y su Hey! Eula, rebautizada como ¡Hey Chula!. Temas como The Dogs, Walk on, Anna Bacoa (original de Lynn Hope) o Nervios fueron cerrando el concierto, que tuvo como colofón final un reprise del Shake Dance, que cerró un magnífico concierto en el que el numeroso público pudo baila y moverse al ritmo de rocknroll durante casi dos horas, con una banda en plena forma, tanto en la interpretación de los temas, como por la energía en directo.