En noviembre ha llegado el frío, no obstante, eso no es motivo para dejar de ir a conciertos, sobre todo si la noche da para bailoteos desenfrenados. Y esto con The Fuzillis está claro que pasará. El del ocho de noviembre en la Boite consiguieron quitar el frío a todos los asistentes. A pesar de la temperatura, fueron muchos los que se acercaron allí para no perderse tal evento. Y es que The Fuzillis son diversión y descontrol garantizados. La banda se formó en 2014, con Mr. Frankie Fuzilli Sr. al bajo, que, bajo esa identidad, se esconde nada más y nada menos que Zig Criscuolo, también bajista en los MFC Chicken. Y en esta ocasión de se trae con él a su hijo, Dan Martin Jr., a la guitarra, que, por cierto, debutó también con los Chicken en Lleida. Completan la formación el virtuoso saxofonista T-Mag Maguire y el genial Toby “Two beers” Ungless a la batería. Esa mezcla, bien agitada, da como resultado un rocknroll rápido y alocado, más propio de una banda de frat rock, aunque se pueden encontrar incursiones en el surf y el rockabilly, con la genial voz de Dan, sin dejar de lado esos increíbles ritmos selváticos propios de la exotica. Toda una espectacular mezcla de sonido.
Empezaron con Stand by y desde allí la cosa se fue animando. Poco después sonaba She can rock de Little Ike, con Dan a la voz, con magnífico resultado. Entre otras versiones que también tocaron estuvieron las de la de All nighlt long de Joe Huston, pero sin duda las que más recordadas fueron las de The Stooges, con No fun, o el inmoral Woolly Bully de Sham the Sham and The Pharaons, que hizo delicias del público. Canciones como Big Foot y Dos Chupitos, con reminiscencias al Tequila de The Champs hicieron que los asistentes se diviertan sin igual. Con Ungawa, de tono selvático, la cosa se fue de madre con una invasión del público, animados por los músicos, que repartieron carteles en los que se podía leer Ungawa. Todo pegaba mucho con el salvaje rocknroll de The Fuzillis. Realmente, aquello era diversión en mayúscula. Más allá de los excelentes temas, que van del surf al rockabilly, pasando por el frat, ingrediente clave de The Fuzillis, y la exótica, los asistentes no dejaban de bailar y moverse, acompañados de la excelente puesta en escena y coreografía del grupo, los saltos del guitarrista y su paseo por la pista, o el momento inigualable en el que el padre lleva a su hijo a hombros, mientras ambos tocan, por el público. Si queréis ver un rocknroll rompedor y un directo inigualable, The Fuzillis es vuestro grupo.
Crónica by @EnLaTrinchera