Como si se tratara de un buen mago, Diego Garcia «El Twanguero» volvió al Cafè del Teatre para mostrarnos sus nuevos trucos escondidos en su chistera de seis cuerdas que le acompaña portodo el mundo. Excepto el conejo, la verdad es que ofreció de todo lo que senos ocurriera imaginar. Según dijo, ya eran tres años sin volver a Lleida y para un artista prolífico eso es mucho tiempo y mucho trabajo nuevo para presentar al respetable.
Lo primero que nos fijamos es suguitarra. Los que lo veíamos por primera vez seguramente asociamos que elsonido «Twang» va ligado directamente a la guitarra Grestch que acompaña siempre a Duane Eddy, el inventor del sonido. Con el Twanguero es diferente, su sonido emana de una Gibson idéntica a la que usaba Scotty Moore, mítico guitarrista que cambio el mundo y la historia de la música, por acompañar a un cantante virgen llamado Elvis Presley. Luego otra cosa que me llamo la atención fue que el concierto estuvo dividido en dos partes, la primera como Power-Trio, acompañándose de David Salvador al bajo y Juli El Lento a la batería y la segunda con el Twanguero solo ante el peligro.

El concierto empezó con una versiónde «Jingo» de Santana, seguidamente interpreto «Raska Yu»un clásico de Louis Armstrong que aquí popularizo Bonet de San Pedro y que, para la grabación de esta canción, el Twanguero ha contado con el prestigioso violinista libanes Ara Malikian. Si la mezcla Santana/Oriente medio ya nos dejó con la boca abierta, el mago de nuestra función siguió deleitándonos esta vez con el pasodoble «Viento de Levante» para saltar sin pausa hacia Sudaméricaa ritmo de Mambo con el «Cherry Pink» de Pérez Prado y «El Cumbanchero» de Rafael Hernández. Para mí la sorpresa de la noche fue que en su repertorio también estaba «Los Chucos Suaves» de Lalo Guerrero que en su versión original sonó en la tercera entrega de mi propio Jukebox GUMBO y la primera parte del concierto la cerró su propio tema original «Rockabilly Mambo»
Una vez «Solo ante el peligro» el Twanguero nos mostró lo que había aprendido viajando desde Chicago a la Patagonia. Comentó que después de acabar una gira con Andrés Calamaro en Chicago, se le ocurrió de emprender el mismo viaje, pero al revésintentando descubrir los secretos de la guitarra por distintas partes de los Estados Unidos y de Sudamérica. Así nos dio pinceladas de Blues de Chicago, Finger-Picking de Nashville, hasta llevarnos al sonido mexicano o el sonido dela Cumbia. Todo eso se ve reflejado en el disco «CarreterasSecundarias» del que nos ofreció su título homónimo, «Guitarra Dímelo Tu», «El Camino» y «Violentango» esta última incluida en su álbum «Argentina Songbook». En ese momento recordé la anécdota de Jimi Hendrix a su llegada a Inglaterra, cuando subió por primera vez en elescenario para tocar un par de temas con Cream de Eric Clapton, según cuentan el suelo estaba húmedo de las lágrimas de los guitarristas ingleses que veían su carrera peligrar por la llegada de ese ser que parecía de otro planeta, tanto en la vestimenta como en su manera de tocar. En el Cafè del Teatre inexplicablemente solo había guitarristas que se podían contar con los dedos deuna mano, cosa que no se comprende porque el día anterior el Twanguero había colgado el cartel de no hay entradas en BCN y si yo mismo fuera un maestro de las seis cuerdas no me perdería por nada del mundo una masterclass como la que ofreció el valenciano.

El Concierto finalizó con un Hound Dog de Big Mama Thornton popularizada por Elvis Presley, que el Twanguero nos ofreció muy a la «Black MagicWoman» de Peter Green y que ya había grabado con la desaparecida Bimba Bosé, para seguir con «Gypsy Lady» perteneciente a su último álbum hasta la fecha «Electric Sunset». Para el bis merecido Diego García subió otravez acompañado únicamente por su guitarra para deleitarnos una vez más con «Minor Rag» y «Spanish Rag». Tras el concierto pudimos charlar un rato con él y compartir anécdotas americanas y me confesó que ahora estáestablecido desde hace un tiempo en Los Ángeles, que es muy amigo de Dave Alviny David Hidalgo ambos vecinos de East L.A. y que ahora se está centrando engrabar muchos temas para la televisión y el cine, lo que personalmente me alegre por él, pero sentí una lástima interior de que este nómada de las seis cuerdas hubiese decidido establecer su residencia en alguna parte del mundo. No puedo imaginar lo que daría de si, si continuase viajando y absorbiendola sabiduría cultural de cada rincón del planeta.
Crónica by The Reverend Hotfoot Jackson // Photos by Lola Ruiz