2018 no se podía ir acabando sin una gran sorpresa: un nuevo álbum de Crim. El listón quedaba alto con el último LP, Blau sang, vermell cel, y el EP, aparecido este año, Sense excuses. Frente a esto, cuando uno se pone a escucharlo nuevo de una banda cuyo trabajo es sinónimo de calidad, hay cierto nerviosismo por saber si el nivel no decaerá y habrá una decepción al haber puesto las expectativas muy altas. ¿Qué nos traerá ahora el cuarteto de Tarragona? ¿Qué sabor de boca nos dejará el nuevo trabajo?
El inicio no puede ser mejor. Pot ser no hi ha final suena a Crim 100%: canción con mucha fuerza. Por un momento puedes imaginarte cualquier concierto de la banda y no desentona. Es su fórmula y nos gusta. Hivern etern va en la misma línea que la anterior, denunciando problemáticas sociales, con un contenido de las letras bien trabajado. Caiguda lliure sigue con la misma fuerza y La puta Copa del Rei es directa y agresiva, con unas guitarras incisivas. Pare Nostre que esteu a l’Infern es todo un alegato contra la religión, a la que ya atacaron en Pare Nostre, del recopilatorio Chaos in Catalonia. ¿Qué se puededecir de esta canción, que da título al álbum? La agresividad, la rabia, las ganas de cantarla, siguiendo el magnífico estribillo, hasta desgallitarse…

Ullals de llet es una de las canciones, a mi gusto, más trabajadas musicalmente del álbum. El tema que trata tampoco es nuevo en las canciones de la banda: el venderse con el tiempo, perder los valores que uno defendía, en este caso, más específicamente, cantando sobre músicos y grupos que no defienden ni entienden el contenido de sus letras, tan rebeldes, pero tan vacías. A los Mossos d’Esquadra dedican Quan tornin les sirenes, toda una muestra de fuerza, junto con Viure i existir, que le sigue y habla del modo de vida actual y sus dilemas. De debò e Himnes contra el temps continúan con la misma energía, que seguro que harán delicias de aquellos que los vayan a ver en directo. Finalmente cierra el disco, l’instint dels animals y Quan tot sigui fosc, canción dedicada a la amistad.
Crim en este álbum sigue siendo Crim… y eso es una buena noticia. Vuelven aquellos ritmos de guitarra fuertes, pero a la vez bien elaborados; los coros y estribillos que hacen emocionarse a uno y las letras bien trabajadas, que desprenden rabia, como un puño en el estómago, pero a la vez emocionan. Esperamos verles pronto sobre los escenarios (otra vez más, uno no se cansa), presentando este pedazo de álbum.
Puedes escuchar el disco en aquí:
Artículo by @EnLaTrinchera