Lo de esta mujer es de otra galaxia. Por lo que pude apreciar, no hay término medio, o eres un fan o simplemente no la entiendes. Debo reconocer que me encuentro entre los primeros, no es por nada pero ella ya fue, quizás sin saberlo la protagonista de la canción «Jenny» que grabáramos con «The Green Rombus» a principios de siglo. Atrás queda aquella chica que paseaba su guitarra azul por todos los festivales de Rockabilly a finales de los noventa y que fuera fuente de nuestra inspiración. Los que aun recordamos aquellas «Jam sessions» en las que Jenny siempre acababa «robando» el show, rodando por el suelo, no nos sorprendemos de su puesta en escena en la actualidad.
Tengo muy claro cuál es el Rockabilly que me mueve y como más años pasan, más me doy cuenta de quien estuvo en este negocio solo por eso, por la parte económica. No hay que olvidar que el Rockabilly en los Estados Unidos también fue una moda y al igual que sucede a menudo muchos artistas suben al carro por su aspecto físico o su manera de cantar azucarada. Este no es nuestro caso. Kick’em Jenny is «The Real Deal» ella es salvaje como el Rockabilly primigenio y visceral cien por cien, sigue actuando igual que lo hacía hace quince años, pero ahora con una banda que le respalda. Si tengo que encontrar un paralelismo lo veo en Danny McVey, también amigo mío de mis noches londinenses y que al igual que Jenny, después de no dar su brazo a torcer se les empieza a valorar su trabajo. Si ahora mismo tuviera un sello discográfico no lo pensaría ni un minuto para ficharlos a los dos.
Las actuaciones de la rubia italiana suelen acabar en un caos indescriptible, como posiblemente también lo hacía la de nuestros héroes allá en los lejanos años cincuenta. Y ayer no fue una noche diferente. Acompañada por tres músicos conocidos de la escena hispano portuguesa, Jenny salto sobre el micrófono con su tema «Rockin’ Machine» para seguir con una buena versión de «Doin’ alright» de Eddie Cash. Muchos fallos en la microfonia impidieron que el público gozara del concierto en pleno, pero Jenny siendo consciente de ello, prácticamente ni se la escuchaba porque la voz venia y se iba según como tenia encarado el micrófono, no bajo ni un solo momento su nivel de rendimiento sobre el escenario, entregada al cien por cien y cada vez más enloquecida desgranaba canción a canción un repertorio propio que quizás en el futuro sea considerado clásico: «Drive me wild», «Just Once More» e incluso se atrevió con «Raw Deal» una versión de Junior Thompson, otro clásico del Rockabilly. La temperatura iba subiendo en la sala y era cuestión de minutos de verla dar vueltas por los suelos. Efectivamente, llego la hora de su HIT «Stressed Up», una canción pinchada hasta la saciedad hace más de una década y la que la catapulto de abajo a arriba de los escenarios, encabezando la mayoría de festivales del género. Para finalizar llego el momento «Jenny» una balada que había compuesto hace poco y que ni los músicos se sabían. No importa, ella tenía ganas de cantarla y asi lo hizo. Tras la actuación, diferentes opiniones. La mía la tengo desde hace más de dos décadas, Kick’em Jenny es única e inimitable, con sus pros y sus contras y en el mundo del Rockabilly eso es difícil de conseguir.
Crónica by: @The Reverend Hotfoot Jackson
Pics by: @Miss Lollipop