Tal día como hoy de hace treinta y tres años se editó el quinto disco de estudio de New Order. «Technique»(1989) fue el álbum en el que los Bernard Sumner, Peter Hook y Stephen Morris más electrónicos estarían aparentemente más influenciados por los ritmos baleáricos con dosis de Acid House. Decimos aparentemente porque en el LP cohabitan las canciones pop – con menos sonidos post-punk – y los temas electrónicos que se consolidaban después de Brotherhood y Power Corruption & Lies.
Así completaban con estilo la primera década de la banda. En Technique el sonido de la banda derivó hacia el delirio y se sumergió de cabeza en el poder de la música disco. La referencia discográfica, editada en los inicios de lo que se vino a conocer como «Madchester», consiguió que los indies de la época ubicaran repentinamente elementos de baile en su discoteca.
La referencia 275 de Factory Records, con su imagen gráfica como siempre en manos de Peter Saville, fue grabada entre Ibiza y los Real World Studios de Inglaterra, tiene – como ya hemos dicho anteriormente -, el mejor equilibrio entre ese sonido orgánico y electrónico que los ex Joy Division persiguieron durante todos los 80, con el nuevo pulso del Acid House y las Baleares (e Ibiza más concretamente) como destino final del vuelo musical, tal como manifestaron sus dos «creadores».
Bernard Sumner reflexionó: «Estábamos en esta posición de ser conocidos por este sonido electrónico de baile y hubiera sido tonto haber dejado de hacerlo. Esa era la naturaleza del momento. La forma en que lo vi fue que todavía estábamos escribiendo música de banda también, así que llegamos a un compromiso«.
Mientras Peter Hook bromeaba diciendo que el álbum era: «una lucha de poder épica entre los secuenciadores y yo. Lo estaba resistiendo valientemente, porque todavía quería que fuéramos una banda de rock«.
El primer single editado, Fine Time fue un hit instantáneo, suena a techno de calidad, es un fantástico «cut & paste», que lee fantásticamente el cambio en la cultura rock (y de la fiesta, que se convertiría Manchester o Madchester). Y lo más sintético cohabita con lo más pop, lo más orgánico en cañonazos frescos (y bajo nuestro humilde punto de vista los hits pop del álbum) como el primer día como son All The Way o Love Less.

Round and Round fue el segundo single y tiene el pulso de la electrónica más new orderiana, tiene el bajo indiscutiblemente marca de la casa de Hook y que está grabado en nuestro inconsciente, mezclado con los sintetizadores más ácidos y la guitarra y voz de Summer que lo balancea todo hasta un punto medio exquisito para todos los paladares.
Guilty Partner y Run son quizás temas remanentes y tangentes a su anterior álbum, Brotherhood. Y el álbum acaba por todo lo alto con tres temas: Mr. Disco (electrónica de nuevo para compensar los dos anteriores temas de corte más pop) y los dos temazos – ocultos aparentemente – Vanishing Point y Dream Attack, ambos la muestra más fehaciente del nuevo orden sonoro que los mancunianos planteaban.
Un álbum que ha envejecido tan bien, que no ha perdido ninguna vigencia en la faceta pop – pues sigue siendo de manual de obligatoria escucha de primer curso de indie pop – y tampoco en la faceta electrónica – el sonido 808 y los ritmos más ácidos nunca han caducado -.
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