Las propuestas musicales – en formato festival-, proponen siempre un común denominador en el cual se encuentran las propuestas menos populares y la más comerciales. Quedan a banda las pequeñas propuestas – no por tamaño, sino por calidad -, que apuestan por un cartel que permita conocer o continuar siguiendo a aquellos artistas que seducen, éste es el caso del TwinPalm – que se celebró ayer en Centre de Cultura Infant Pere situado en L’Hospitalet de l’Infant – y que desde el primer minuto no dejaba indiferente.
Arrancó a las 17:00 h con un warm up musical a base de dj locales que amenizaban la sala anexa al Auditorium donde se celebraban los conciertos. Puntual a las 19:00 h, aparecía en el escenario principal Albert Jordà, cantante y compositor tarraconense, que ofrecería un repaso a su dilatada carrera musical, acompañado de bajo y batería. Una propuesta personal con canciones sentimentales, cortas y directas que intercambiaban guitarra y piano – como hilo conductor – y que sedujeron al público. Repasó temas de su primer trabajo «Mal Temps sobre la Mar» sin olvidar «La Vida Esclata Quan es para el Temps».
Después, llegó el momento de Xarim Aresté en formato cuarteto. Sedujo por su sonoridad, diametralmente distinta al «Conjunt del Miracle», la electricidad de la guitarra, el siempre efectivo y eficiente combo piano, bajo y batería que le acercaban más sus inicios sonoros en Mala Sang o Dog Hair. Anunció que empezaba a trabajar en nuevas historias musicales y se puso al público en el bolsillo desde el primer minuto.
Llegados a este punto del festival, el toque electrónico del cartel empezó a relucir con una banda que estrenaba material en directo – junto a material editado -, Animic que presentaban su recién estrenado – y esperado – álbum «Skin» y que transportó a sonoridad británicas de la electrónica mezclada con un downtempo y una voz sublime que da a las canciones un toque industrial de fácil digestión. A notar la nueva composición que presentaron como colofón a un concierto que quedó lejos de la prueba que ellos pensaban que sería.
Después subió al escenario Maïa Vidal, impredecible, fresca, juvenil y desenfadada. Con alguna versión incluida sedució por las distintas texturas que ofrecía – no solo su voz -, dando juego encima del escenario con su compañero de fatigas – de mezclas y de ritmos – y que ponía el corazón en un puño. Sonaron temas de su nuevo álbum «You’re the Waves» sin olvidar viejas historias de amor y ahora desamor de «Spaces» que dan a intuir el largo recorrido el cual le espera a esta artista.
Y como colofón a todo un festival, llegaron The Suicide of Western Culture que presentaban su último álbum y single, empezaron con «Long Live Death! Down With The Inteligence!» y pasando por «Amor de Madre» no dejaron indiferente no solo por la música que ejecutaban como relojeros, las visuales y sobretodo la pasión que continúan destilando hacen que venzan y convenzan. Corto eso sí pero contundente, finalizaron con «Dysplacia» poniendo la guinda a una excelente organización y excelente edición del TwinPalm.
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