En la anterior crónica narramos como arrancó la primera jornada del Magnífic Fest con Camela, en esta desgranaremos todo lo que sucedió el viernes en el recinto de les Firetes, abróchense, pues los cinturones que despegamos.

Con británica puntualidad arrancaron Arde Bogotá, cuarteto de Cartagena que se está reivindicando como banda a tener en cuenta en el difícil sector del pop rock alternativo nacional. Con tan solo dos álbumes y un EP en el mercado, la banda ha tenido una fantástica acogida, contando con una legión de fieles seguidores que se dejaron la voz en el directo de apenas una hora y media.

Arrancaron con Los Perros, Besos y Animales, El Beso, Que Vida Tan Dura y Millenial. La gente – tal y como ya hemos comentado anteriormente – estaba rendida al encanto de la voz de Antonio García, quien como reverendo ejecutaba el ritual musical a la perfección conjuntando perfectamente al resto de la banda para cuajar un sonido de banda que rozaba la perfección. Continuaron con Veneno, extraída de su último álbum Cowboys de la A3, tras los agradecimientos de rigor al público tocaba continuar metiendo ritmo y sobre todo pasión, la que brota de La Salvación que refleja a la gente, en el momento de salir de la pandemia, con tantas reglas, no estaba bien. La canción que da título al disco, retumbaba con su directo estribillo que recuerda el paso de los días en una furgoneta en la A3 que conecta Cartagena con el resto de España con cierta nostalgia, para continuar con Virtud y Castigo, Todos Mis Amigos Están Tristes y Exoplaneta, ante el delirio del respetable. El concierto continuaba en eterno punto álgido, pese a que entraba en la fatídica recta final con el tema que los vio nacer en 2019, Antiaéreo, y ciertamente estos cuatro jóvenes se han convertido en alguien en el mundo de la música, y con Cariño haciendo bailar hasta el último acorde, terminó su actuación.

La acción ipso facto pasó al escenario pequeño donde nos volvíamos a encontrar con Selva Nua, banda local que venía dispuesta a mostrar su enorme potencial.

Tenían una papeleta difícil, la de presentar un proyecto más íntimo que lo que el público venía de escuchar, y lo hicieron con mucha solvencia – la misma que ya despuntó en el primer concierto que pudimos degustar de la banda en el Espai Orfeó – sonaron Fums d’Algú íntima y calmada muestra de lo que es la banda: paisajes llenos de soul contemporáneo, complementados con irresistibles toques sintéticos. Pese a los nervios que pudiese tener, continuaban con aplomo, con temas como El Gir o No M’és, y Momentània del nuevo trabajo – Momentani – editado en Bankrobber. Demostraron que es una propuesta a continuar degustando en espacios reducidos y acogedores, sin hacer ningún feo a un festival como el Magnífic Fest.

Después de Selva Nua, el escenario central volvía a llenarse de música con el «cabeza de cartel» – al menos por su alcance -, Dani Fernández, quien alcanzó el éxito con su banda anterior, Auryn. En 2017 se inicia su carrera en solitario con de la grabación de su primer disco «Incendios» (Warner Music), producido por Tato Latorre ( David Otero, Antonio Orozco…) del que se extrajeron los singles «Te esperaré toda la vida» (disco de platino), «Bailemos» (disco de platino) y Disparos (disco de oro), que alcanzaron además el TOP10 de airplay en España. Sus melodías pegadizas y sus letras universales fueron el hilo conductor del concierto.

Nos encantó que tocara Sin Vergüenza el tema que tiene precisamente con Arde Bogotá y que hizo que volviera a subir Antonio al escenario, También nos sorprendió con la versión de Solo Quiero Bailar de la banda Zenttric y un sentido homenaje a Supersubmarina. Una hora y media para goce y disfrute de los fans de la música pop comercial.

Y llegado a este punto de la noche del viernes, llagaba el turno que los ritmos urbanos se adueñaran del festival en el escenario secundario. Los encargados eran Sexenni banda de Lleida con una propuesta muy desenfadada y agradable. Ataviados con espaciales trajes, y con pertinente cuenta atrás, nos llevaron a la órbita de su propuesta musical, juvenil y atrevida, Crema Catalana o Sarriá Boy servían para arrancar motores y crear el hype necesario ante rimas y ritmos endiablados.

Destaca la frescura musical de las bases, que lejos de estar pregabadas – tenían sólo ciertos elementos enlatados – se ejecutaban en directo por solvente (aunque con ciertos problemas técnicos ajenos a la banda) guitarra, bajo y sintetizador, batería y elegante trompeta que tenía cierto pasado en el mundo del ska y 2-tone, todo junto a tres o cuatro cantantes que ejercían de mc, más que solventes.
Así pues, cumbia, reggaeton y juventud en una batidora con aderezo de pop y hip-hop que no dejaba indiferente. Estrenaron su nuevo single (ok, boomer) Per La Borda y tuvieron un momento C. Tangana más que simpático y nos invitaron a una fiesta un poco especial en Casa Sola, no faltaron el homenaje al supuesto amigo que todos tenemos: El Puma o Klk Quieren las Chicas. Una banda a stalkear, si te gusta lo moderno con cierto toque a autotune.

¿Y como podía acabar mejor el viernes? Pues reencontrándonos con una banda que descubrimos en directo en 2016 en el Polifonik Sound, y que provocó que no nos pudiéramos ya separar del trío del madrileño barrio de Hortaleza que practican un rock contundente con letras descarnadas e irreverentes: ellos son Sexy Zebras.

Se han olvidado de empezar con su irreverente grito … “Hola, somos los p***s Sexy Zebras”, pero han ganado más punch macarra en temas que sonaron: Quiero Follar Contigo, Tonterías, Bailaremos, Jaleo o Nena.

Y lejos de hacer tantas tonterías o dejar de saber lo que nos querían, no se olvidaron del sentido homenaje a Charly García, o hacernos resucitar recordando que las maletas se las llevó el mar (tan lejano a Lleida, aunque algunos medios se equivoquen). Puñales y Claveles, su último single, retumbó en la noche para deleite del gentío que esperó a quien bajo nuestro humilde punto de vista era reclamo musical del viernes.

Y con Tonterías (canción que ya hemos citado anteriormente) concluyó nuestro feliz reencuentro de festivales con Sexy Zebras, y como dice el cuento con esto y un bizcocho íbamos a retiro hasta mañana, que la jornada del sábado venía repleta de emociones.

crónica by @ipopfmradio
photos by @ipopfmradio & Oriol Cárceles (@piratallucifer)