Entre el 3 y el 6 de marzo ha tenido lugar la 26º edición de Animac, la Muestra internacional de cine de animación de Cataluña. Se trata de una de los pocos eventos en las que la ciudad de Lleida consigue atraer las miradas del mundo de la cultura más allá de las tierras de Ponent. Para ipop.fm esta es desde hace tiempo una cita de obligada asistencia, y es de rigor dejar constancia en la web de lo que ha sucedido durante estos cuatro días. Por desgracia, la programación de Animac 2022 ha sido tan abundante y tan variada que creo que aunque hubiera pasado por ahí el staff completo de Ipop no hubiéramos dado abasto para cubrir toda la programación. Por ello, a la hora de redactar esta crónica he decidido ceñirme a las cosas que he visto y que he sentido en primera persona (que por otro lado no han sido precisamente pocas). Y, para no perderme en el recorrido, las he agrupado en diez paradas.

1. Eterno Miguel Gallardo.
Hace unas semanas se anunció que se concedía el Premio Trayectoria de Animac 2022 al leridano Miguel Gallardo; sin embargo, el cáncer que llevaba años padeciendo le provocó la muerte el pasado 21 de febrero. Así que, dado la impresionante trayectoria profesional de Gallardo, la simpatía de la que gozaba entre sus compañeros de profesión y el vínculo que le unía con la ciudad, buena parte del festival funcionó como una especie de homenaje póstumo. Ya en la jornada inaugural se proyectó El viaje de María (2010), el maravilloso corto en el que explicaba su relación con su hija autista; a lo largo del fin de semana pudo contemplarse una exposición que recorría su obra, desde sus inicios en Makoki, sus trabajos para todo tipo de periódicos y revistas, carteles publicitarios, o el amplio reconocimiento internacional que recibió con cómics como María y yo (2008) o Algo extraño me pasó camino de casa (2020); en el espacio Animacrea se improvisó un mural en el que visitantes anónimos fueron pegando ilustraciones en memoria del autor; y ya en la ceremonia de clausura llegó la entrega del premio a su viuda Karin du Croo, y además se proyectó otro de sus cortos, Academia de especialistas (2011). Con todo esto, el festival fue una especie de larga despedida oficial de alguien uno de los grandes del cómic en castellano.

2. Phil Tippett.
El Premio Animation Master de esta edición de Animac ha ido a parar para Phil Tippet (Estados Unidos, 1950), uno de esos escasos creadores al que se puede calificar como leyenda de la animación sin miedo a caer en la exageración. Su currículum le avala: de su mano han salido muchos de los ingenios de la saga Star Wars, de Robocop, de Parque Jurásico y de un extensa lista de hitos de la historia de los efectos especiales que permanecen grabados en la memoria colectiva de varias generaciones. A pesar de que no pudo acercarse a Lleida a recoger el galardón, en la tarde del sábado contactó por videoconferencia desde su casa en Berkeley (California) con los asistentes a Animac. Allí explicó detalles sobre sus formas de trabajo y sus motivaciones, y sobre todo sobre sobre las enormes dificultades que encontraba para financiar sus proyectos más personales.
Entre estos se encuentra Mad God (2021), su largometraje más reciente, que se proyectó en la noche del viernes. Se trata de una obra apabullante, que fuerza los límites de lo que se ha hecho hasta la fecha en el ámbito de la animación stop motion y del uso cinematográfico de las marionetas. En ella, Tippett plantea un viaje al corazón de las tinieblas de un mundo violento, sucio y obsceno. Ante el espectador se muestra un infierno difícil de comprender, pero que se siente como algo real. El cuidado meticuloso con que se ha tratado el diseño de los muñecos, de los decorados o de la iluminación someten al espectador en una experiencia subyugante. Aunque no es una película sencilla: el argumento difuso, la narración fragmentada o la descripción esquemática de los personajes hacen que por momentos resulte sencillo perder el hilo de lo que acontece en la pantalla. En cualquier caso, Mad God es un trabajo excepcional, un trabajo imprescindible para cualquier aficionado a la animación, llamado a convertirse en film de culto instantáneo… y quién sabe si incluso una de las grandes películas de la historia del género.

3. Georges Schwizgebel.
Quien sí que estuvo presente en la Llotja fue el maestro suizo Georges Schwizgebel, que recogió el Premio Honorífico de Animac 2022 en la jornada de inauguración y también impartió una masterclass el domingo por la mañana. Además, entre el jueves y el sábado se proyectaron casi una veintena de sus cortometrajes, que dieron buena muestra de la importancia de este hombre como absoluto maestro de la animación de autor. En sus obras, Schwizgebel rompe con bastantes de las convenciones propias del trabajo con imágenes reales y pasa a crear un lenguaje visual y narrativo reconocible por el manejo libre del movimiento, la forma y la perspectiva, y un uso del color cercano al mundo pictórico. Así, es casi explícita la influencia que sobre él ejercen pintores como Amedeo Modigliani, Henry Matisse o Giorgio de Chirico; aunque por ejemplo en el corto La sujet du tableau (1989) saca a relucir la pléyade de genios de la pintura a los que rinde reverencia. En cualquier caso, en sus cortos las imágenes fluyen de formas imposibles, lo que permite al suizo redefinir a su antojo el tiempo y el espacio. Y poder contemplar en pantalla grande una generosa selección de los sofisticados juegos visuales que Schwizgebel despliega en cada trabajo, asistir a una proyección con interpretación de su banda sonora en directo -como fue el caso de Erlkönig (2015)- o degustar en primicia su pieza más reciente, Darwing’s Notebook (2020), pues son auténticos privilegios de los que no gozarán muchos más que los que hemos estado presentes en este Animac.

4. Algunos cortos que me han gustado.
A lo largo de Animac se han proyectado 2xx cortometrajes. Ya he comentado en la introducción que me ha resultado imposible verlos todos, por lo que no me ha parecido correcto hacer una lista del tipo “los mejores cortos de esta edición”; así que he preferido hacer una pequeña lista de recomendaciones, sin orden de preferencia ni nada parecido, en la que he intentado abarcar la mayor variedad de secciones, técnicas y lugares de procedencia.
- Bestia (Hugo Covarrubias, Chile, 2021). En apariencia se trata de una stop motion de aspecto inocente pero envuelta en un perturbador humor negro. En su interior se encuentra algo más duro: una cruda alegoría sobre los horrores de la violencia de estado en Chile. Bestia está nominado al mejor cortometraje de animación en los Oscar 2022.
- Affairs of the Art (Joana Quinn, Reino Unido, 2021). Divertidísimo retrato de una familia aficionada a la escatología y la necrofilia. La animación nerviosa dota a las ilustraciones de un increíble sentido del volumen y la profundidad, y un guion lleno de un humor bastante más fino de lo que parece dotan de una sorprendente humanidad al retrato de los personajes y las situaciones en que se ven envueltos. También este corto aparece entre los nominados a los Oscar 2022.
- Hokkyokuguma suggoku hima [Polar Bear Bears Boredom] (Koji Yamamura, Japón, 2021) – Una delirante sucesión de haikus sobre cetáceos y otros habitantes del polo da pie a un homenaje a los pioneros de la animación japonesa. Habrá quien diga que el dibujo en tinta negra de trazo grueso no parece elegante, que la animación es algo tosca, o que no existe una trama propiamente dicha. Pero esta pieza, pequeña y sin grandes pretensiones, consiguió alegrarme el corazón.
- To kill the birds & the bees (Calleen Koh, Singapur, 2021) – Chispeante sátira sobre las contradicciones con que se encuentran los jóvenes que viven en una sociedad hipersexualizada, pero al mismo tiempo se encuentran atados a un sistema educativo altamente represivo.
- Tío (Juan José Medina, México, 2021) – Esta historia tétrica llena de santería y niños que vuelven de la muerte viene presentada en un meticuloso trabajo de creación y animación de marionetas, y termina revelándose como una denuncia desesperada del clima de violencia total que se vive en México. Estremecedor.
- Eating in the Dark (Inari Sirola, Reino Unido, 2021) – El despliegue de colores ácidos y de humor guarro de este corto hace que en un primer momento se te escape una sonrisa. Pero el buen rollo dura poco: con un envoltorio así, esta historia de aislamiento, sexo triste y ansiedad consigue que todo duela mucho más.
- Souvenir Souvenir (Bastien Dubois, Francia, 2020) – El autor se dedicó a investigar cómo vivieron sus abuelos la Guerra de Argelia. Y lo que muestra el corto es un relato de todo aquello que no se puede mostrar: el silencio, la vergüenza y las heridas aún abiertas que sus protagonistas todavía no han conseguido olvidar.
- Layl (Ahmed Saleh, Alemania, 2021) – Un finísimo y poético trabajo de modelaje y stop motion permite a este corto enseñar de la forma más desgarradora posible todo lo que deja tras de sí la guerra: la noche, el silencio, la destrucción, la ausencia y la muerte.

5.Animacrea.
Este espacio hizo las veces de punto de encuentro para profesionales, de lugar para demostración de técnicas de animación, y también como área de descanso y recreo. Allí estuvieron funcionando los stands de escuelas de arte donde se pudieron contemplar (y probar) diferentes técnicas relacionadas con los procesos de ilustración, animación y creación en 3D; allí han tenido lugar talleres prácticos y pequeñas presentaciones; allí se plantaron los puestos de librerías; y también allí se encontraba el espacio Open Screen, una especie de zona chill con sofás en la que se proyectan cortos de forma ininterrumpida durante todo el fin de semana. ¿Qué podría faltar ahí? Mmm… pues, puestos a pedir, que vuelva a haber un stand de IPop.fm desde el que poner hilo musical y retransmitir en directo lo que acontezca en el festival. Bueno, otro año será.

6. Baron Prášil , de Karel Zeman.
La recreación que Karel Zeman hizo en 1961 de las célebres Aventuras del Barón Münchausen es todo un clásico de la historia del cine fantástico y del cine de aventuras. El maestro checo combinó todo tipo de técnicas visuales a través de las cuales logró una desaforada interacción entre la imagen real y la animada. El resultado de ello es una película maravillosa, divertida y capaz de seguir sorprendiendo a pesar del paso de los años.
Por otro lado, durante la mañana del domingo se emitió en el espacio Open Screen una retrospectiva con otras nueve películas cortas creadas por Zeman durante los años cuarenta del siglo XX. Esto sirvió para completar un más que merecido homenaje a uno de los patriarcas no solo de la escuela de animación checa, sino del cine fantástico a nivel mundial.

7. María Lorenzo Hernández y La imagen animada.
La tarde del sábado tuvo lugar una breve presentación del libro La imagen animada: una historia imprescindible. (Diábolo ediciones, 2021). Se trata de una de las poquísimas monografías en castellano que abordan desde un punto de vista académico y riguroso la historia del cine de animación. Es de agradecer que aparezcan obras como estas, que ayuden a establecer marcos teóricos y colchones conceptuales a partir de los cuales se pueda formar un espíritu crítico desde el cual contemplar la animación con una perspectiva más profunda y libre de prejucios. Y también le tengo que agradecer que dejara caer una frase gloriosa, que lleva resonando en mi cabeza desde esa presentación, y que resume 125 años de historia del cine en cuatro palabras: “¡Méliès era un Tiktoker!”.

8. Segundo de Chomón.
En la sesión Dos lunáticos del domingo por la tarde se proyectaron doce cortos dirigidos por el turolense Segundo de Chomón (1871-1929), todo un visionario ampliamente considerado como uno de los padres de los efectos especiales y la animación cinematográfica a nivel mundial. Este mago de la imagen ideó todo tipo de trucos rudimentarios, muchos de ellos basados en manipulaciones artesanales de los fotogramas, que le permitieron recrear en la pantalla todo tipo de situaciones imposibles. En cada una de sus películas se encuentra un derroche de fantasía en forma de piezas de humor puro –Electric hôtel (1908), La Maîson ensorcelée (1908)-, sofisticadas recreaciones de mundos fantásticos –Le voyage sur Jupiter (1909)-, o piezas casi abstractas de pura poesía visual –Les papillons japonais (1908) o En avant la musique (1907)-.
¿Y quién es el segundo lunático al que hace referencia el título de la sesión? Pues Josep Maria Baldomà, músico lleidatà que tocó en directo las piezas que él mismo ha creado como acompañamiento de las películas de Chomón. Se trata de composiciones coloristas en clave de jazz electrónico, interpretadas a base de usar el piano, el acordeón, el teclado o los samplers como si fueran juguetes, y que consiguieron insuflar energías renovadas a las locuras que imaginó el genio aragonés. Además, el maridaje en directo entre las imágenes y el sonido sirvió para recordar que la experiencia en una sala de proyección tiene algo de mágico, que difícilmente se alcanza cuando se ve el cine en otros formatos.

9. El palmarés.
La audiencia del Animac es soberana y expresa su voluntad a través de sus votos.Aunque yo no fui capaz de hacer funcionar los QRs que abrían el camino hacia la plataforma de voto al final de cada sesión, los que sí que lo lograron decidieron que estos han sido los cortometrajes más destacados de cada sección.
- · Sección oficial – Loop (Pablo Polledri, España)
- · Sección Futur Talent – To Kill the Birds & The Bees (Calleen Koh Yee Lin, Singapur)
- · Sección Petit Animac – Panique au village: les grandes vacances (Vincent Patar y Stéphane Aubier, Francia)

10. Belle (Mamuro Hosoda, Japón, 2021).
Como remate a la ceremonia de clausura se proyectó una de las películas de corte más popular del festival, y que al mismo tiempo brindó uno de los momentos más deslumbrantes en lo visual de cuantos se vieron en el certamen. Belle cuenta la historia de una adolescente retraída que a través de una aplicación de su móvil accede a una especie de metaverso. Dentro de esa red social, su avatar se convierte en una superestrella del pop, con lo que recibe el cariño que no es capaz de experimentar en su vida cotidiana. Pero a medida que su popularidad crece, también descubre el rechazo de sus detractores, que terminan por mostrarle los peligros que acechan tanto en el mundo virtual como en el real.
A medida que avanzan las escenas, Belle va saltando entre los distintos géneros del anime (la comedia adolescente, el musical, la ciencia ficción, el drama social, el musical…) y para ello emplea los códigos visuales particulares de cada uno de ellos. Sorprendentemente, este desacomplejado pastiche termina funcionando de manera coherente: cada una de sus piezas está completamente integrada y ,a pesar de amplio abanico de estilos y de referencias que maneja, la película nunca se sale de madre y el conjunto es más que disfrutable.
Epílogo: lo que me he perdido del festival.
La programación del Animac es tan vasta y tan densa que resulta imposible estar pendiente de todo lo que está sucediendo. La lista de cosas que me han causado buena impresión ya veis que es larga, pero no menos lo es la de las cosas que me he perdido. Me hubiera gustado mucho haber prestado más atención a la programación de Petit Animac, haber echado un ojo a los monográficos Happy and Gay o El teu cos és un camp de batalla, haberme asistido al Històries increïbles que no et van ensenyar a l’escola del Animac de Nit, a varias de las charlas, a mucho de lo que se va a proyectar en el Caixafòrum… Pero es imposible llegar a todo. En fin, me consolaré pensando que la clausura no es el final: cuento con que hasta el 14 de marzo habrá una segunda oportunidad para repasar todas estas cosas en Filmin. Estoy seguro que aún me quedan grandes momentos que disfrutar en Animac 2022.
Texto: Carlos Caneda
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