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Torbellino de pop soul

El sábado 15 de septiembre, Joel Sarakula y sus músicos acompañantes desplegaron su talento e hicieron bailar al público en el Cafè del Teatre. La velada empezó puntual. Sabemos que no se debe juzgar un libro por su portada, pero al ver los cuatro músicos sobre el escenario ya se podía imaginar uno de qué iba a ir la cosa: el bajista y el batería vestían polos sesenteros y Joel… parecía un bailarín recién sacado de una discoteca de northern soul, con sus pantalones anchos y acampanados y una camiseta estampada. Realmente, mostraban –y luego lo confirmaron con sus temas- que un concierto suyo es el lugar adecuado para que tanto los aficionados al soft-rock más melódico como para los amantes de los años sesenta se dejen perder y llevar por la pista de baile.

Sarakula y su grupo acompañante empezaron fuerte con In Trouble, una pieza muy soul de su nuevo álbum Love Club (a nuestro gusto la mejor del álbum), seguida de Understanding, tema que abre dicho trabajo y que no deja insatisfecho a nadie.
Continuó haciendo un repaso al álbum con Coldhabour Man, que, como explicó el mismo vocalista, está dedicada a él mismo, debido a su sitio de residencia: una calle londinense de Brixton. Tras esta interpretación, Sarakula pidió, muy acertadamente, que se bajara el volumen, debido a que estaba muy alto.

Con When the Summer Ends, un tema más funky de su anterior trabajo, The Imposter, puso al público muy a tono, bailando al ritmo de la canción, cosa que continuó con algún tema más disco, sin que los asistentes pararan de moverse. El cantante australiano residente en Londres tenía asegurada la devoción del público, muy entregado a lo largo de los que faltaba de concierto. Algunos otros temas del nuevo álbum que fueron interpretados son We used to connect, dedicado al amor en los tiempos de redes sociales y la comunicación constante, el maravilloso instrumental Theme for the love club, Coney Island Gettaway o Parisian Woman, que Sarakula decidió cambiar por Catalonian Woman en directo, dedicado a todas las mujeres catalanas.

Otros temas a destacar fueron European Skies, Stay (if you need me) y, sobre todo, Northern Soul, que hizo delicias del público más soulero y sixtie. Para acabar el concierto, tocaron la magnífica I will deliver, de sus primeros trabajos, con solo de bajo incluido. Tras un amago de abandonar el escenario, los músicos volvieron a subir a interpretar una popular versión. Una vez finalizado, Sarakula bajó a la pista de baile a mezclarse entre los asistentes, a los que el mismo vocalista había animado a acercarse más, a bailar y moverse durante el concierto… ¡Y vaya si lo consiguió!

El público quedó satisfecho por una ejecución instrumental y vocal excelentes y unos temas que convertían el Cafè del Teatre en una pista de baile, en los que el pop y el soul de los años sesenta y setenta volvían a brillar.

Crónica y fotos by @EnLaTrinchera

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