La propuesta que ofrece Flix, y su asociación de músicos, es simple y efectiva. El consistorio facilita los espacios y el músculo corre a cuenta de la asociación. Algo tan sencillo y que tanto cuesta de llevar a cabo en otras localidades. El festival, de un dia (de momento) ofrece dos tandas, con directos y sesión de pincha, una matinal vermutera, y otra parte de media tarde hasta el alba.
Se ofrece música en directo en estilos pop, rock punk, y garage : mezclados y agitados. Las barras ofrecen unos precios bastante económicos y una variada selección de exóticas y chispeantes cervezas artesanas. Sombra, comida, bebida, piscina, y unos artistas entregados como si se tratase de un festival de 30000 personas.
En el impas de cambio de piscina por pista cubierta, hubo un ataque de moscas negras mordedoras, con el detalle de la organización de facilitar repelentes a los asistentes, justo después, el chaparrón del siglo, que sobrepasó tanto la ubicación como la protección prevista para el escenario, que en cuestión de segundos quedó inundado, y perjudicado. De inmediato todo el staff se puso a remediar el desacato, y tras unos buenos 40 y pico minutos, las de Kelly Kapowsky iniciaban su directo, con una potencia y seguridad en la voz que te llamaba poderosamente hacia las tablas, unas evoluciones pop rock con cristalinas guitarras, y unos teclados llenando los escasos huecos que tenían los temas, caminando sobre una batería completa y muy original, como anécdota se marcaron un reconocible Running up that Hill de Kate Bush, fuerte inicio de tarde con una banda que ha compartido el mismo cartel con Moderat, Metronomy, King gizzard & the Lizard wizard o Kikagaku Moyo. Cambio de instrumentos, para colocar los que usarían Lost Fills, primeros cambios de banda a banda, que duraban de 5 a 15 minutos: es lo que tiene un único escenario, ¡pero cuidado! algo perfecto para poder socializar, comentar la jugada, y recargar brebaje en barra.
Lost Fills se marcaron un bolo de lo más correcto, sonando bien, y consiguiendo arrancar sin demasiada dificultad coros de sus seguidores, incluyendo coros de una espontánea (miembro de los Rombo DJ) que terminaron el Amante Bandido de Miguel Bosé loopeado.
Si, los micros vuelan en el Pinguí, con la complicidad de los artistas y el todo vale para que el público disfrute. Cambio de instrumentos, y Power Burkas, a quemarropa, con sus guitarras afiladas, batería emulsionando bailables ritmos, y una actitud duelo entre los dos front-mans, que no hacia más que alentar los pogos entre las primeras filas. Mucho punk, mucho ruido y rabia.
Cerrando los directos para esta tercera edición, subían a escenario Mujeres, que son tres chicos, que se mueven perfectamente desde el rock de estructura clásica, el punk, o hasta el garaje lisérgico de nueva ola digno de John Dwyer! Lo dieron todo también, el rock de los álbumes Aquellos ojos o Soft Gems, alternado con el sonido garaje de los últimos discos Marathon o Lose Control., en lo que parece que fue, sin tener la tracklist delante, un repaso a toda su mutante discografía.
Finalmente, después de la adrenalínica descarga de las bandazas de tarde, 30 minutos después y algunos problemas técnicos, con el montaje del sonido de portátil, da inicio el audio de la sesión de selección de temas de las Somos Venus DJ, que empezaron con apuntando maneras y temas de mucha guitarra, Libertines i Franz Ferdinand mediante, o el refrescante pop de la Casa Azul. Pero que, inevitablemente, marcaron mi huida tras una señal muy clara: encadenar Rafaela Carrá, Britney Spears y Shakira. Quedaron en el tintero, al igual que los grupos y Djs de la mañana, el reconocido Dj Figa, pero eso ya es otra historia.
Repetimos Pingüí, pues en general hubo: mucha sorpresa, y entrega de artistas o staff a partes iguales.
Articulo y fotografías by Jak3px