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Los malditos fresones otra vez

El sábado 20 de diciembre era una fecha complicada: cuatro conciertos agendados en la misma ciudad en diferentes espacios. A pesar de ello, Los Fresones Rebeldes consiguieron llenar la sala Tocata. No es para menos: su trayectoria, su fama y su sonido pionero en el indie pop en los años noventa, dentro del espectro alternativo de Subterfuge Records, les hace merecedores de una gran atención. El grupo barcelonés volvió a la actividad, tras varias reapariciones, en 2022. En esta ocasión estaban sobre el escenario Joaquín Felipe Spada, Ana Vaquero, de Cola Jet Set, el hijo de ambos Quinito, y Roge como batería, también ex Cola Jet Set.

Los Fresones Rebeldes alternaron con suma destreza canciones recientes, como Tú y Yo, un barco y el mar, de su EP Amor y Tonterías, publicado en 2022; otras clásicas, como Quiero Saber o Cara Bonita, y algunas inéditas como Libertinaje. Mientras, animaban y apelaban al público, al que invitaron en más de una ocasión a subirse a cantar al escenario. Temas como ¿Tienes novia?, El Talgo del amor o Suave supusieron un acelerón hacia los himnos que todo el mundo quiere oír: Bola de cristal marcó un punto de no retorno en el concierto y a partir de entonces la efusividad solo fue en aumento.

Con Sinolo y Medio drogados continuaron en esta línea para desembocar en Al amanecer, el tema más célebre de los Fresones, que fue coreado por todo el público sin excepción. ¿Por qué me tengo yo que enamorar?, versión sui generis del clasicazo de doo wop A Teenager in Love de Dion and the Belmonts, parecía que iba a ser la última del concierto, pero siguieron en el escenario con El mensajero del verano, otra canción imprescindible en su repertorio, y con el travieso -a la par que divertido- tema homónimo de la banda Los Fresones Rebeldes, adecuadísimo para el final, más una última versión del Teenage Kicks de The Undertones, que siempre es grato rescatar.

En definitiva, el sábado tuvimos ocasión de deleitarnos con canciones que hemos escuchado una y mil veces –y lo seguiremos haciendo-, porque marcaron una época. Es una suerte que grupos como Los Fresones Rebeldes estén aún en la carretera para unir a sus seguidores en una sala y poder entonar juntos himnos del tontipop. ¡Hasta la próxima!

crónica by @acratacappont
photos by @midamideta – Carina Santiago

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