La 14ª edición del festival se consagra como el epicentro de la música electrónica y el arte digital, batiendo récords y redefiniendo la experiencia audiovisual, convirtiendo la Fira de Montjuïc en un laboratorio de vanguardia.

Los días 7 y 8 de noviembre, Barcelona vibró con la propuesta más ambiciosa del Mira Festival desde su nacimiento en 2011. Con 14.000 asistentes, el evento no solo batió récords de público, sino que consolidó su posición como referente internacional en la fusión de música, arte y tecnología, convirtiendo a Mira en mucho mas que un festival, una experiencia inmersiva que desafía los límites de lo sensorial.

La edición 2025 presentó 36 actuaciones musicales y 26 propuestas de arte digital, repartidas en tres escenarios: los clásicos DICE y Voll-Damm, y el nuevo espacio Landscapes, diseñado para explorar paisajes sonoros experimentales.
Entre los nombres más esperados destacaron Oneohtrix Point Never, Flying Lotus y Floating Points, junto a colaboraciones únicas como Ali Sethi + Nicolas Jaar, que ofrecieron momentos memorables.

En cuanto a lo musical el festival estaba cargado de grandes nombres y de propuestas emergentes e innovadoras, algunos de los momentos que marcaron la presente edición.

Oneohtrix Point Never sorprendió con un set cargado de texturas digitales y atmósferas cinematográficas, acompañado de visuales hipnóticos.

Flying Lotus llevó su propuesta audiovisual al límite, fusionando beats experimentales con proyecciones 3D que sumergieron al público en un universo psicodélico.

Floating Points ofreció un directo elegante y minimalista, donde la precisión sonora se combinó con visuales geométricos.

La colaboración entre Ali Sethi y Nicolas Jaar fue uno de los momentos más comentados: una mezcla de tradición vocal y electrónica contemporánea que emocionó a la audiencia.

Erika de Casier conquistó con su estilo sofisticado y sensual, fusionando R\&B con electrónica minimalista. Su actuación fue un soplo de frescura entre los sets más experimentales, demostrando que la diversidad sonora es parte esencial del ADN del Mira.

John Maus aportó su característico toque retro-futurista, con un directo intenso que combinó sintetizadores analógicos y una energía casi punk, dejando al público sin aliento.

Byetone cerró con una propuesta visualmente impactante y un sonido preciso, minimalista y contundente, reafirmando su estatus como uno de los grandes arquitectos del techno experimental.

Marie Davidson ofreció uno de los shows mas esperados del festival, en un momento en que parece que el electroclash de principios del siglo XXI, renace en todo su esplendor, Marie se convierte en la musa de esta nueva nueva hornada, con una propuesta energética, con bases sonoras altamente reconocibles y estribillos coreables.

Pero MIRA va más allá de la música: arte digital y tecnología Instalaciones inmersivas, proyecciones 3D y experiencias interactivas con IA transformaron el recinto en un auténtico laboratorio creativo. El festival reafirma su apuesta por la innovación, situando a Barcelona en el mapa global de la cultura digital. MIRA Festival 2025 no solo celebra la música electrónica, sino que redefine la relación entre arte y tecnología, creando un espacio donde convergen creatividad, experimentación y comunidad y su impacto trasciende la pista de baile,

En definitiva, una edición de MIRA muy efectiva en lo musical y muy interesante en la parte expositiva, eso sí, con las primeras colas de la historia del festival. Por nuestra parte ya esperamos con ansia la edición de 2026, con la duda que provocan las inminentes obras de Fira de Montjuïc, sobre la ubicación de la próxima edición.

🖋 Xavi Doblas @midetos & 📷Carina Santiago @midamideta