El segundo día del Magnífic Fest de Lleida comenzó bajo el sol, pero pronto se transformó en un torbellino musical lleno de contrastes, emociones y talento emergente y consolidado. Si el primer día ya había puesto el listón altísimo, esta jornada lo elevó todavía más, demostrando que el Magnífic no solo es un festival: es un estado de ánimo.
🪩 Maadraassoo: El pulso electrónico del mediodía
La jornada arrancó con una sesión absolutamente magistral del colectivo Maadraassoo. Con sede habitual en Barcelona, pero con alma itinerante, el set que ofrecieron en el escenario Hoppers – que se estrenaba en el festival – fue un cóctel estilístico que cruzaba indie, electrónica y reminiscencias dance-punk. Perfecto para abrir el día y poner el cuerpo a tono. Con una selección impecable, la sesión fluyó entre clásicos alternativos y joyas ocultas, llenando la calle de bailes espontáneos y complices sonrisas.
🎸 Venturi: Garage-pop sin concesiones
Poco después, Venturi tomaba el escenario de Rambla Ferran, para firmar uno de los conciertos más intensos y generosos del día. Esta banda madrileña, con un pie en el garage-rock y otro en el pop más salvaje y directo, ofreció un setlist largo, sólido y vibrante con más de 20 canciones. Venturi supieron conectar con el público desde el primer acorde, y su actuación fue un repaso a su repertorio más conocido y a nuevas composiciones llenas de cinismo, amor desquiciado y crudeza emocional.





Temas como “Estamos vivos”, “Mi estúpida opinión” o “He recibido flores” y una exquisita versión de “Autosuficiencia” mostraron una banda que, sin poses, tiene algo muy claro: hacer disfrutar, pero también remover. Sin duda, uno de los conciertos más completos del día.
🎤 Valdivia: Funk, verdad y raíz
Después de una merecida pausa, el recinto de Les firetes acogía a un viejo conocido de la emisora: Valdivia. Este artista, que fusiona funk y rap con una lírica cruda y emocional, ofreció un show corto pero inolvidable. Rodeado de una nueva formación que lo acompaña en su nuevo camino sonoro, Valdivia demostró que su música es tanto cuerpo como alma. El momento culminante llegó con «Flota Conmigo», un tema ya convertido en himno para quienes buscan una música sincera, con groove y mensaje.
Con su “neoelegancia” tan propia, Valdivia dejó claro que no necesita artificios para brillar: su verdad, su estilo y su cercanía bastan para conquistar.
🎧 Carlos Ares: Pop de autor, atmósferas y sensibilidad
El viaje musical prosiguió con Carlos Ares, una de las voces jóvenes con más proyección del panorama pop alternativo estatal. Su directo fue una pequeña joya que nos llevó por melodías envolventes, una producción minimalista cuidada y letras que exploran lo íntimo sin caer en lo obvio. Carlos combinó sensibilidad sonora con una cuidada estética visual, reforzando la narrativa emocional que lo caracteriza.








🕰️ Mikel Erentxun: Cien gaviotas y mil recuerdos
La nostalgia se hizo presente con Mikel Erentxun, histórico líder de Duncan Dhu, quien ofreció un concierto que fue casi una ceremonia. Rodeado de músicos experimentados como Rubén Caballero (guitarra), Mikel Azpiroz (teclados), Fernando Neira (bajo) y Karlos Arancegui (batería), Erentxun – sin Diego Vasallo- repasó grandes clásicos que han envejecido cuarenta años como grandes vinos muestra son “Una calle de París”, “La casa azul”, “Cien gaviotas” o “En algún lugar”.






Su actuación no fue solo un ejercicio de memoria, sino una reivindicación del pop-rock español de los 80 que aún resiste con dignidad y belleza. Un regalo para los asistentes de todas las edades, en especial para el sector más «boomer» que quedó casi saciado la anterior noche con la actuación de Canut y Alaska.

🧬 Malmö 040: Juventud sin filtros
El testigo lo recogió la banda barcelonesa Malmö 040, que se subió al escenario con hambre y desparpajo. Temas como “La última canción”, “Los de siempre”, “Todo” o “Los cobardes viven siempre” hicieron saltar al público, demostrando que su propuesta —mezcla de indie rock melódico con letras viscerales— funciona como un tiro en directo. Juventud, actitud y futuro: Malmö 040 es una promesa ya cumplida. Estas son las propuestas que puedes descubrir en un ecléctico festival como es el Magnífic Fest.






🍃 Mikel Izal: El viaje emocional
El momento de máxima expectación llegó con el cabeza de cartel para muchos asistentes: Mikel Izal. En su nueva etapa en solitario, el exlíder de Izal ofreció un concierto estructurado en cuatro estaciones emocionales, repasando su universo lírico con solvencia, teatralidad y profundidad.





Durante dos horas, el escenario se transformó en un espacio casi onírico, con un repertorio que incluyó temas como “El miedo», «La Gran Revolución», «Pausa», “El grito”, “La fe”, “Copacabana” o “La mujer de verde” que sirvió de antesala a una catarsis final con el público. Un show técnico y emocionalmente potente, que provocó abrazos y coros colectivos en un público totalmente entregado.

🚽 Zahara: Pop transgresor desde Jaén… y desde un poliklin
Y cuando parecía que ya no quedaba sorpresa alguna, Zahara se encargó de romper los esquemas. Acompañada por Martí Perarnau IV (Mucho), ofreció un concierto elegante, irreverente y profundamente cuidado. Vino a presentar su último trabajo, en el que fusiona pop con electrónica sofisticada y un discurso poético cargado de verdad.





Interpretó temas como “Formentera”, “Yo solo quería escribir una canción de amor”, “Merichane”, “Taylor”, “Nuestro amor” o “La bestia cena en casa”. Pero el momento más impactante llegó cuando cantó “Canción de Judeline” desde el interior de un lavabo portátil (un poliklin), dejando al público entre la fascinación y la carcajada. Una Zahara provocadora y precisa, en plena forma, con uno de los conciertos más memorables del festival.

💥 Sexy Zebras: El pogo como religión
Y cuando la madrugada parecía apagar los focos, Sexy Zebras los volvió a encender con fuego. Por segunda vez en Lleida, los madrileños vinieron a presentar su nuevo trabajo y lo hicieron a lo grande: interacción total con el público, riffs potentes, actitud rockera y cero concesiones.







Tocaron temas como “Bailaremos”, “Mi bandera”, “Flores a la guerra”, “Bravo”, “Pogo” o la infalible “Quiero follar contigo”, que desató la locura colectiva. Su mezcla de punk-rock, humor negro y honestidad brutal convirtió el cierre del día en una fiesta catártica que dejó al público agotado, feliz y sudado.

Después todo acabó en un akelarre en forma de baile, dirigido y orquestrado con maestría por Isaac Corrales quien clausuró casi oficialmente – pues el domingo el recinto de les firetes se centra en la actividad para los más pequeños del festival – una edición más del Magnífic Fest, dando el pistoletazo a la siguiente.



🔚 Conclusión: Un festival que ya es imprescindible
Dos días, más de 20 artistas, varios escenarios y una ciudad que respira cultura y música por los cuatro costados. El Magnífic Fest 2025 ha superado con creces las expectativas: ha sabido combinar la memoria musical con el descubrimiento, la fiesta con el mensaje, el indie con el pop más popular, la electrónica con la guitarra cruda.
Un festival que no solo programa, sino que construye relato. Que no solo hace bailar, sino que hace pensar y sentir. Lleida se merecía un evento así. Y ahora, que nadie lo detenga.
crónica by @ipopfmradio
fotos by Luis Pérez Contreras