Anoche, el Orfeó Lleidatà fue el escenario de un concierto que quedará en la memoria musicalde todos los asistentes. Lozano y Los Frentes Abiertos ofrecieron un espectáculo cargado de energía, emotividad y complicidad, un repaso por lo mejor de su repertorio y algunas sorpresas que arrancaron ovaciones del público.

El arranque fue contundente con «Una vez más», una declaración de intenciones que dejó claro desde el principio que iba a ser una noche especial. Sin pausa, siguieron con la vibrante «Siete Vidas» y la evocadora «Después de San Juan», que llenó el ambiente de melancolía.
La intensidad fue en aumento con «En Blanco» y «Flores de Invierno», dos temas que Lozano interpretó con una fuerza vocal arrolladora. Pero el verdadero giro llegó con «Ficción» y «Malaventura», donde contaron con la colaboración del carismático Txabi Abrego, quien aportó una frescura y una garra adicionales que el público supo apreciar. El concierto destilaba la típica mezcolanza que Lozano maneja a la perfección: rock ‘n roll y americana. Solo se echaba de menos una Dobro, un pequeño toque de Hammond y quizás una Steel Guitar.










La noche continuó con temas icónicos como «Abril», «La Escena» y la nostálgica «La resaca de ayer», que resonaron como himnos entre los asistentes. Los momentos más bailables llegaron con «Caramelos de Ron» y «De Naufragios y Deseos», mientras que la intensidad emocional regresó con la interpretación de «Cuadriláteros» y «De Ida y Vuelta».






El tramo final del setlist principal estuvo marcado por una complicidad muy especial. En «Nada que Hablar», la banda logró conectar profundamente con la audiencia, pero fue en «Entre Tus Manos» y «Como Flechas de Ángel» cuando alcanzaron el clímax. Estos dos temas contaron con la presencia estelar de Carlos Cerezo – guitarrista solista de la anterior banda de Joan Lozano, Mister Jones -, quien con su virtuosismo elevó aún más la intensidad del espectáculo.
El público no dejó que la banda se retirara fácilmente, y la sorpresa llegó con dos bises acústicos que tuvieron a Jordi Gasión, recién incorporado a la banda, como protagonista. «Callejeros» y «Palidecer» fueron interpretadas con una sensibilidad especial y un nivel de participación del público que convirtió el Orfeó en un coro gigante, especialmente en el estribillo de la segunda canción. Cabe remarcar que el concierto estaba impreganado de gran carga emotiva, pues también significaba el adiós del bajista Lluis Boix.
Para cerrar la noche por todo lo alto, Lozano y Los Frentes Abiertos volvieron al completo – junto a los dos invitados – al escenario para un fin de fiesta apoteósico. «Mi Manera de Andar» desató una explosión de energía, y la guinda fue su versión de «El Último Baile» (la «Mary Jane’s Last Dance» de Tom Petty), que dejó a los asistentes con ganas de más y un recuerdo imborrable.


En definitiva, una noche mágica en Lleida, donde Lozano y Los Frentes Abiertos demostraron por qué son una de las bandas más queridas del panorama ilerdense musical. Ahora queda pendiente descubrir cual será el nuevo giro en forma de nuevo trabajo que seguro que tiene en su bolsillo el bueno de Joan.
crónica de @ipopfmradio
photos by Oriol Cárceles – @piratallucifer