La segunda noche del Magnífic Fest 2024 en la zona de los escenarios «grandes» fue un despliegue de talento y diversidad musical que mantuvo al público entusiasmado desde el inicio hasta las primeras horas de la madrugada. Con actuaciones repartidas entre los escenarios Pepsi y Magna, la noche fue un viaje sonoro inolvidable, donde abundó la mezcla entre sorpresas, recuerdos y valores seguros, algo que forma parte del ADN del festival.

La tarde comenzó con Alidé Sans en el escenario Pepsi. La cantautora occitana, con su estilo íntimo y su poderosa voz, ofreció un set cargado de emoción y autenticidad. Presentaba su nuevo trabajo, ARRAÏTZ (Dmusical, 2024). Canciones como «Hèsta» y «Eth Paradís Ei Tu» resonaron con fuerza, creando un ambiente cálido y acogedor que preparó al público para una noche de grandes actuaciones. La valentía del festival en mostrar valores emergentes y con carácter hacen que el público pueda descubrir pequeños tesoros musicales como Alidé.

A continuación, otra sorpresa oculta, Boye subió al mismo escenario, aportando su energía y carisma. Con un estilo que mezcla el pop-rock con influencias electrónicas, Boye logró mantener la atmósfera vibrante y dinámica. Temas como «Sueños Rotos» y «Eterna Juventud» destacaron por su ritmo contagioso y letras profundas, conectando rápidamente con la audiencia, ansiosa de baile en la leridana tarde de sábado

En el escenario Magna, Jimena Amarillo capturó los corazones del público con su mezcla de pop melódico y letras sinceras. Su actuación fue un despliegue de sensibilidad y talento, destacando canciones como «Cuando No Estás» y «Tiempo». La puesta en escena fue sencilla pero efectiva, permitiendo que su voz y su presencia escénica tomaran el protagonismo.

De vuelta al escenario Pepsi, Elefantes – el un grupo formado por Shuarma (cantante y compositor), Jordi Ramiro (batería) y Julio Cascán (bajista)-. ofreció un setlist electrizante que combinó sus grandes éxitos – enlatados en un disco «Tratado Sobre Jardineria» y gira de 30 aniversario – con material nuevo. La banda barcelonesa,, mostró su destreza musical con temas como «Azul» y «Piedad». Su actuación fue una montaña rusa emocional, pasando de baladas emotivas a piezas llenas de energía, dejando al público completamente entregado.

El punto culminante de la noche llegó con Vetusta Morla. El esperado concierto de la banda madrileña no solo cumplió con las expectativas, sino que las superó con creces, dejando al público extasiado y ansioso por más.

El espectáculo comenzó con la potente «Puentes», una elección perfecta para abrir la noche y encender la chispa entre los asistentes. La banda continuó con «El Discurso del Rey», reafirmando su capacidad para combinar líricas profundas con melodías cautivadoras. El ambiente festivo se intensificó con «Fiesta Mayor», donde la energía en el escenario se reflejaba en cada rincón del recinto.

«Golpe Maestro» y «Figurantes» mantuvieron la intensidad, con el público cantando al unísono y vibrando con cada nota. La emotiva «La Virgen de la Humanidad» llevó a todos a un estado de introspección, mientras que «El Hombre del Saco» devolvió la energía con su ritmo contagioso.

Uno de los momentos álgidos de la noche fue la interpretación de «Finisterre». La combinación de luces y sonido creó una atmósfera casi etérea, transportando a los asistentes a un viaje sonoro único. La conexión entre la banda y el público era palpable, uniendo a todos en una experiencia colectiva inolvidable.

La banda no dejó de sorprender, y «La Sábana de mis fantasmas» fue seguida por el vibrante homenaje a la capital española, «¡Ay Madrid!», que resonó con fuerza entre los fanáticos. La clásica «Copenhague» fue coreada con pasión, demostrando ser uno de los favoritos de la noche. «La Vieja Escuela» y «Consejo de Sabios» mantuvieron el nivel de emoción en lo más alto, cada acorde y cada letra llenando el espacio de recuerdos y sentimientos compartidos.

La recta final del concierto fue un crescendo de emociones. «Catedrales» y «Mapas» llevaron a los asistentes por un recorrido íntimo y poderoso, culminando en la electrizante «Te lo Digo a Ti». Sin dejar un respiro, «Sálvase Quien Pueda» y «Valiente» siguieron, desatando una ola de entusiasmo en el público.

El cierre del concierto llegó con la poderosa «Cuadratura», que dejó a todos en un estado de euforia. Sin embargo, Vetusta Morla reservó dos joyas para el final: «Cuarteles de Invierno» y «Los Días Raros». Estas últimas canciones fueron la guinda del pastel, dejando una sensación de plenitud y satisfacción entre los asistentes.

Cuando las luces finalmente se apagaron, el eco de las últimas notas y los aplausos resonaban en el aire. Vetusta Morla ofreció un concierto que trascendió la música. Cada tema, cada palabra y cada acorde crearon una noche para el recuerdo.

Siloé tomó el relevo en el escenario Pepsi, arrancando de forma inusual en medio del ferviente público – que había cambiado de forma presta de ubicación – y agradeciendo a Vetusta y al respetable la fiesta de la música que se estaba celebrando en el Recinte de les Firetes., llevando su fusión de pop y electrónica a un nuevo nivel.
Con una puesta en escena moderna con una estática cruz roja que dividia en dos el escenario y un sonido envolvente, el dúo vallisoletano hizo vibrar al público con temas como «La Verdad» y «Únicos». Su energía y carisma mantuvieron la fiesta en marcha, preparando el terreno para el siguiente acto.

En el escenario Magna, OBK trajo la dosis de nostalgia que conforma el Magnífic. Si en pasadas ediciones Camela elevó el pop, Raphael conectó con la generación no habituada a grandes escenarios, en esta ocasión Jordi Sánchez – junto a Sergi Pérez Berk a los teclados -, OBK.

La banda que toma el nombre a la abreviatura de «Oberkorn (It’s a small town)», tema instrumental de Depeche Mode y cara B del sencillo «The Meaning of Love», con su synthpop característico.
La banda interpretó clásicos como «Historias de Amor» y «El Cielo No Entiende» entre otros hitazos, transportando del cielo al infierno al público y a los años 90 con su sonido inconfundible y actualizado.

Y si la banda toma el nombre a la abreviatura del tema de Depeche Mode, un homenaje a tan influente banda fue la sorpresa mayúscula, la mezcla del icónico «Personal Jesus» con el «I Feel You» del excelente «Songs of Faith And Devotion», destando las pasiones más latentes del rejuvenecido público. La actuación de OBK fue un viaje nostálgico pero lleno de vitalidad, demostrando que siguen siendo más que un dulce y juvenil recuerdo de la escena musical super pop.

Para cerrar la jornada – a nivel de actuaciones-, Los Invaders tomaron el escenario Pepsi con iniciático tema de Ray Parker Jr. y su propuesta de música electrónica y visuales impactantes. Su actuación fue una explosión de ritmos y luces que mantuvo al público bailando hasta altas horas de la madrugada. Temas como «Future Funk» y «Galactic Groove» pusieron el broche de oro a una noche inolvidable, asegurando que el Magnífic Fest terminara con una nota alta y enérgica.

El segundo día del Magnífic Fest 2024 fue una celebración de la diversidad musical y el talento, con actuaciones que abarcaron desde el folk íntimo de Alidé Sans hasta la electrónica vibrante de Los Invaders. Cada artista aportó su estilo único, creando una jornada llena de momentos memorables y emociones intensas. El Magnífic Fest sigue superando expectativas y ofreciendo experiencias musicales inolvidables, consolidándose como uno de los eventos más destacados del año por el qual han pasado más de quince mil personas.

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crónica by @ipopfmradio
photos by Oriol Cárceles – @piratallucifer + Luís Pérez – @luisperez.contreras