Este 2024 se han cumplido diez años del Adictes Fest, festival punk de referencia en Ponent. El sábado día 2 tuvo lugar la edición con la que soplan velas por una década de existencia (que no diez ediciones, ya que el festival no se celebró en 2019, 2020 y 2022). Si ya de normal no nos perdemos una edición desde hace varios años, esta vez la asistencia era obligatoria tanto por la celebración como por el nutrido cartel que la organización ha conseguido.
Este año, además, había novedades: la jornada empezaba a las 10:30 con pinchadiscos a cargo de Padrines Kamikazes y Los notas del barrio, junto con un espectáculo de payaso. Es decir, este Adictes Fest duraba casi 19 horas. Todo un reto. Por desgracia, por compromisos que teníamos en Lleida no pudimos llegar hasta casi las cinco de la tarde. Para entonces, Los Liantes desde Terrasa y Liposo+ pa tu jeto de Zaragoza ya habían acabado sus actuaciones. Los primeros cuentan con una década de trayectoria, mientras que los segundos iniciaron su andadura en los noventa. Justamente el siguiente grupo en tocar también era un conjunto noventero que hizo delicias del público, Kasparrata, a los que llegamos a ver hacia el final de su actuación.
A las cinco empezó Pànic, grupo de Ponent que recientemente volvió a la actividad tras años sin dar un concierto. No obstante, las actuaciones que han hecho han sido a cuenta gotas y no tienen agendada ninguna otra fecha. El quinteto –con la formación original- comenzó autoreferenciándose con Pànic, que encendió los ánimos desde el primer momento, para seguir repasando su primer trabajo, Turments i mala jet, con Jep, el pestilent. No obstante, tampoco olvidaron su segundo y último LP, Electric Shock, ya que poco después sonó Jo podria ser el teu gos, con un primer amago de pogo. Le siguieron Fill d’un gripau –uno de sus temas insignias- i Ens veurem a l’infern, una reivindicación de aquellos que se mantienen en el punk a pesar de los años transcurridos. Tras ello, se lanzaron con una versión, Mirando al abismo de Vómito, cuyo riff y letra le van como anillo al dedo a Pànic, e hicieron un agradecimiento –más que merecido- a la extinta sala La Nota y a Marc, que lleva el peso de la organización del Adictes.
Potols i Punkarres fue una de las canciones de su repertorio que más agitación causó entre el público, que ya a mitad del concierto era muy numeroso para ser las cinco de la tarde. Volvieron después a Electric Shock con Carrer Boig y al primer álbum con L’Home del sac (la mayoría de canciones de su repertorio en su retorno son de Turments i Mala Llet, posiblemente porque vuelven con la formación de ese entonces). Mientras, un amigo del grupo grafiteó el nombre de Pànic en un lienzo, para mayor espectáculo. Con temas como Melancoholical, los pogos ya estaban desatados, conforme el concierto llegaba a su final. Versionaron Now We’re Through With You y tocaron Pirates y Històries Macabres. Parecía que Enamorado de la Muerte de RIP iba a servir de despedida, pero no se podían marchar sin antes regalarnos Atomic Punks, con el pabellón bien alto.
El guante lo recogieron Kante Pinreliko, para continuar con el lado más afterpunk de la jornada y retener al público que había ya concentrado. Desde los primeros momentos, con canciones como El traficante de momias, tuvieron su atención. Continuaron con Ataúd maldito y temas de su último álbum hasta la fecha como Christopher Lee y Muñeca de Voodoo.
El público, mientras, disfrutaba del veterano grupo, que continuó su actuación con HAL 9000, Ladrón de cadáveres y 1095 días sin dormir, uno de los temas más populares de la banda. La puta de Satán, Dr. Jekyll, Poción de loncha, Metamorfosis… Kante Pinreliko iba deslizando sus canciones con maestría hasta llegar al final del concierto, para el que se reservó una auténtica descarga para dejar a todo el mundo en plena efervescencia: Pequeño Jefe y Soy de Kartajena desataron la locura, mientras que la balada sui generis Si me faltas tú fue respondida por un coreo general, para cerrar definitivamente con Qué mal me peino.
Suzio 13 empezó con mucha fuerza. No en vano uno de los primeros temas en sonar fue Dale gas -muy significativo-, al que siguieron Hospital nazi, de su primer álbum, Bonnie and Clyde y Dosis de punkrock. Justamente Suzio 13 son eso, punk rock marca del 77, aunque con un sonido más renovado y adoptando incluencias de Rancid, el Oi!, entre otros, para animar al público. Eran las siete de la tarde, pero ya se intuía que durante el resto de la noche iba a seguir lleno hasta la bandera, cosa que no era de extrañar, dado los grupos que aún quedaban por delante. Luego versionaron A2, de MCD, muy rocknrollero y que combina genial con el resto de repertorio de los madrileños. Poco después sonó Podrido Mundo, seguida de Amigos.
Tras ello, hizo aparición la sección de viento e interpretaron, entre otras, canciones, Joven rebelde, una oda a los punkrockers. Ha salido el sol encaminó el final del concierto, aunque faltaban temas como Wrong’em Boyo, de los Clash (versión, a su vez, de Stagger Lee de Jackie Edwars), entre otros, pero, finalmente, Redskins –para hacer bailar a cualquiera- y Nunca caminarás remataron el concierto de Suzio 13.
A continuación, subió al escenario uno de los grandes reclamos del cartel, GBH, que están celebrando su cuadragésimo aniversario con una larga gira que les llevará por muchos lugares de la península ibérica, entre otros. Colin Abrahall y los suyos se mostraron explosivos y consiguieron prender al público -ya caldeado, desde hace horas, eso sí- a base de sus éxitos como City Baby Attacked By Rats o Sick Boy, auténticos himnos del punk más hardcore. Se puede decir que entonces fue un punto de no retorno y –a pesar de los magníficos conciertos anteriores, que habían emocionado al público- ya no hubo calma en lo que quedaba de noche, en un pogo constante. Y no es para menos, grupos tan míticos como GBH hay pocos y no siempre en nuestras tierras se tiene la ocasión de verlos en directo en lugares como Tàrrega o fuera de capitales.
La tralla continuó Animales Muertos, que junto a Liposo+ pa tu jeto y Kasparrata, cubría la cuota noventera. Desde su retorno a los escenarios hace pocos años consiguen que todas las salas y festivales por allí donde pasan tiemblen. Junto con otros temas que publicaron el año pasado, viejas canciones –ya clásicas, podríamos decir- como Delincuencia juvenil, Kaos y Destrucción o Este mundo me da asco, convirtieron el concierto en un desfase absoluto, con saltos y pogos en cada canción… y es que sus temas llaman al desenfreno, como Más Speed, que no podía faltar en su repertorio. Como colofón final, Véndemelo y Nosotros somos la venganza, culminaron un concierto que venía con diversión y desfase asegurado.
La caída de Cockney Rejects a último momento fue un fastidio, pero la organización del festival se supo sobreponer y añadió a otro gran grupo británico. The Oppressed conquistaron al público desde el primer momento con temas como Work Together. Durante una hora, los galeses deleitaron al público con auténticos himnos como Ultra Violence o Skinhead Time, amén de una fantástica versión en ska de The Maytals, Monkey Man, o el Skinhead Girl. Resultó imposible no cantar a pleno pulmón canciones como United We Stand. Se puede decir que el concierto de The Oppressed fue memorable.
A continuación, le tocó el turno a Sin Püdor, grupo de hardcore colombiano que nunca habíamos escuchado y al que a duras penas conocíamos sus canciones, pero nos convenció. Esperamos poder ir a un concierto conociendo su repertorio más a fondo para reseñarlas como es debido.
Otro de los hitos de este décimo aniversario del Adictes era la despedida de Suburban Rebels. El cuarteto de Barcelona anunció su separación definitiva con un último concierto en Barcelona con Brux y Ofensiva en enero. Parece que Tàrrega será de los últimos sitios por donde pasen como banda. Empezaron con Nacidos para provocar y desde entonces ya no hubo pausa, fueron tocando un tema tras otro, encadenando todas sus inolvidables canciones que tantas veces hemos cantado, además de las del nuevo álbum, Vells però encara forts, cuya tema que le da nombre también sonó hacia el inicio del concierto.
Vacaciones en Hannover causó una auténtica marabunta en las primeras filas. El público se desgañitó coreando canciones como Hoy como ayer o Los grandes Cockney Rejects. No pudo faltar tampoco un homenaje al grupo inglés con una versión de Bad Man, además de otros clásicos como Barcelona Oi!, Fútbol i Alcohol o Skinhead. En sus letras y sus directos se nota que sus canciones son más que consignas vacías, sino una actitud y un modo de vivir, como muestran Oi! es divertirse, Streetpunk o Clase Obrera, pero sin olvidar cierto compromiso político como en Sang i Glòria, otro de sus nuevos temas que no faltó esa noche. Obviamente, se ha de mencionar el estallido final que hubo con sus dos últimas canciones: Gotic Bootboys y Sexo, cerveza y tortilla de patatas, con las que demostraron una vez más ser un grupo insignia para todos aquellos que somos gente desenfadada y adictos a la cerveza y la diversión.
Llegados a la recta final del festival, cuando ya son menos la resistencia que aguanta entre el público, teníamos a dos grupos que representaban la deriva más hardcore del festival. Nafra es un grupo catalán cuya primera referencia es de inicios de 2021, pero desde entonces han publicado ya tres trabajos. Temas contundentes en catalán, facturados por Zaguan, que aporta las letras, y Nando, conocidísimo en el Adictes por haber pasado con sus múltiples grupos por los escenarios en varias ediciones. La potencia que transmiten sus temas ayudó a mantener bien el ritmo en una noche que ya llegaba al final.
Los últimos –pero no por ello menos importantes- fueron Memento Mori. Siempre es duro ser el grupo de cierre de un festival largo, pero Memento Mori se sobrepusieron bien y se marcaron un concierto fantástico, todo un regalo para los que aguantaron hasta el final. El grupo, que se ha reconvertido en trío y aún no lo habíamos visto en directo desde entonces, interpretó su repertorio con gran ímpetu y manteniendo la misma energía en su directo que cuando Miki, el vocalista, estaba de frontman (ahora se encarga también del bajo). Parlen els carrers, Ball de bastons, Messies, Sota les estrelles o Revolta, con sus muy reconocibles coros, pusieron banda sonora al final de un intenso Adictes.
¡Por diez años más de Adictes Fest!
crónica by @acratacappont – @fuegobaile