Con una propuesta de altos vuelos, llegaba los pasados 10 y 11 de noviembre al recinto de Fira Montjuic en Barcelona una nueva edición de Mira Festival.

Una edición marcada por un potente line-up en la parte musical, que auguraba una magnífica respuesta del público en las dos jornadas del festival, como así fue, y una exquisita representación de lo mejor del arte digital en la parte expositiva.

Por nuestra parte arrancamos la jornada del viernes con el esperadísimo retorno a los escenarios patrios de James Holden, en esta ocasión se presentó en escena acompañado de dos músicos que fueron alternando diversos instrumentos de percusión y viento, con clara influencia asiática y reminiscencias a pasados viajes a Goa.


El dúo de Oregón Nation, nos sorprendió con un live vigoroso, donde las bases electrónicas, se mezclan de forma perfecta, con una voz tremendamente ochentera y un poso post punk más que notorio.



Uno de los platos fuertes de la primera jornada, era sin duda la actuación de Johnny Jewel con su combinación de sintetizadores analógicos y elementos electro acústicos. Acompañado por un A/V show donde se combinaban imágenes del Giallo italiano de los 70, el cine independiente británico de los 90 y sus colaboraciones más reconocidas con David Lynch y Nicolas Winding Refn.








La cantautora británica Tirzah, acompañada por una DJ que pinchaba las bases de sus canciones, ofreció un show tranquilo y reposado ofreciendo un RnB moderno y anguloso con bastantes matices.



Acto seguido llegaban a escena uno de los dúos más importantes de la música electrónica de la actualidad; Overmono. Su presencia se hizo notar desde el primer segundo con un despliegue en el escenario más propio de eventos masivos y no del concepto intimista que aún se respira en Mira Festival. En cuanto a lo musical dieron lo que se espera de ellos y nos transportaron a una rave en la campiña inglesa, durante los prolíficos años 90.




Sandwell District no defraudaron lo mas mínimo y es que el colectivo germano ofreció exactamente lo que se esperaba de ellos, desde la indumentaria de sus tres miembros de negro integral, hasta el show audivisual minimalista y sobretodo el sonido 100×100 techno sin acelerar los bpm’s pero inflamandolo con grooves potentísimos.



La primera noche culmino con las sesiones de Dj de Crystallmess y Hudson Mohawke b2b Nikki Nair que cerraron con notable alto esta primera jornada.



La segunda jornada del festival no pudo tener un arranque más frenético y es que Aisha Devi es un auténtico animal escénico, un torbellino sin par, con una voz prodigiosa y con una capacidad impresionante para cambiar de registro, desde el pop meloso a la rave hipervitaminada, todo ello sin olvidar su herencia Nepalí.






El multiinstrumentista australiano Oren Ambarch ofreció una sesión donde el ruidismo fue protagonista absoluto, con el público sentado en el suelo y siguiendo en completo silencio la actuación.


A priori la máxima atracción de esta segunda jornada era la actuación del orfebre del pop actual Mura Masa y a pesar de las percusiones analógica o quizá por culpa de ellas, a su actuación le faltó algo de punch para acabar de conectar con el público.










Joan Canyelles aka Shelley, nos sorprendió con una sesión claramente inspirada en el techno más ravero y underground. Los bajos potentes del UK bass no pararon de retumbar durante todo su set.
Otro de los platos fuertes de la noche era Evian Christ y su propuesta revitalizadora del trance y otros sonidos denostados habitualmente por la crítica, como el EDM y el eurodance. Su salida a escena con el himno de la Champions League y sus fogonazos estroboscópicos, caldearon el ambiente incluso antes de que sonara el primer tema.

A la misma hora un puñado de escogidos pudimos disfrutar sin duda del mejor show de todo el festival y es que el punk, sigue siendo mucho punk, Special Interest repartieron estopa, guitarrazos y bases a diestro y siniestro y arrollaron literalmente al público presente. God save the punk and the red wine!!!









Kassem Mosse, nos ofreció una hora completa de un único loop secuenciado nota a nota, demostró que es un auténtico número uno en esa faceta, pero quizá ya no era la hora adecuada y no consiguió provocar el crescendo necesario.

La segunda jornada la cerró la neerlandesa recién reubicada en Barcelona, Mad Miran, con una sesión ecléctica repleta de beats deconstruidos y bombos dislocados.

En resumen, un fantástico Mira en lo que a lo musical se refiere, perfectamente secundado por las diferentes proyecciones de la cúpula Mira Dome

Y por las diferentes actividades expositivas como la performace de Goto80 & Jacob Remin present INFINITE ACID MACHINE y sus brazos robóticos pulsando pads sin parar.



Sin más nos despedidos y os emplazamos a todos, el próximo noviembre para la que esperamos sea una edición aún mejor si cabe de Mira Festival.
🖋 Xavi Doblas @midetos & 📷 Carina Santiago @midamideta