El pasado sábado 21 de octubre teníamos la oportunidad de ver en el Cafè del Teatre a los Brioles, gran grupo de rockabilly barcelonés, imprescindibles de la escena contracultural de la Barcelona de los ochenta, acompañados, además, de David Esterri, lo Pardal Rocker, que era en encargado de abrir el concierto, acompañado por los mismos Brioles como músicos.
El músico de Alpicat, posiblemente uno de los rockers más célebres de nuestras tierras, abrió con una canción de autoreferencia, Le Grand Davi Eteri, para continuar con algunas versiones: All I Can Do Is Cry de Wayne Walker, Jumps Gigles and Shouts de Gene Vincent y, saliendo de terrenos más puristas del rockabilly, se lanzó con el Octopus Garden de The Beatles. Esterri es un músico versátil, capaz de combinar temas de rocknroll de los cincuenta, de períodos posteriores o canciones populares catalanas y evidentemente temas propios, como Indi o El Gran Impostor, que sonaron poco después. Esa capacidad de adaptación hace que tanto sus álbumes y sus conciertos sean una caja de sorpresas. Si a eso le sumamos unos músicos más que experimentados, se comprende que el público respondiera a la llamada. Continuó con Rukabilly & Cat Music, entre otros de sus temas, para ir llegando al final, con dos fantásticas versiones: el Maybe Baby de Buddy Holly (imposible no sentir alegría cuando uno oye una canción del cantante tejano) y Donna de Richie Valens. Su actuación se cerró definitivamente con That’s All Rigt, conocidísimo tema del rey del rock, adecuado para un concierto que desprendía rocknroll por todos los lados.



















Después, tocaban Los Brioles. No recordamos cuando fue la última vez que tocaron en la ciudad, posiblemente hace ya mucho porque no recordamos conciertos suyos (quien escribe estas líneas tan solo lleva yendo a conciertos ocho o nueve años), por lo que quizás para alguno (como el redactor) era la primera vez que los veía en directo… y no defraudaron en absoluto. El trío de Barcelona empezó con temas como Show Me o I Wanna Go Home, mostrando desde un inicio lo que es el sonido 100% Brioles. Con Be Bop Ska la cosa se fue animando y poco después se llegó –a nuestro gusto- a uno de los puntos culminantes del concierto: los Brioles encadenaron Easy Going Man, The Letter, versión de Box Tops, y Bad Bad News, uno detrás de otro. A pesar de ello, aún quedaba fiesta para rato y los hermanos Nunes aún tenían mecha para seguir tocando otros de sus grandes temas, como Pegado a ti o Los Hombres muertos. Down Down Down se situó ya en la recta final del concierto, que se cerró definitivamente con una versión del Should Stay or Should I Go. Con ésta se dio fin a un concierto redondo y muy esperado.
crónica @acratacappont – @fuegobaile
photos Oriol Cárceles – @piratallucifer